"No hay dudas en Volkswagen sobre la continuidad de SEAT", asegura Schmitt. VW no vende SEAT para no perder cuota de mercado pero preparan una deslocalización controlada. Se busca factoría en China o Iberoamérica para fabricar automóviles con salarios más bajos. Advertencia a Gobierno y Generalitat: en España, la inflación está afectando a los costes laborales Los alemanes afirman que la competitividad ha mejorado en Alemania y empeorado en España, pero olvida el detalle de que el salario medio español es la mitad del alemán. 60 millones de euros ha pagado SEAT para echar a 600 trabajadores en 2007, y le queda el doble por abonar en 2008-09.

¿Cuál es la plantilla ideal para una SEAT que ahora fabrica 400.000 vehículos y en 2018 quiere fabricar 800.000? Erich Schmitt, naturalmente no contesta, pero recuerda que "otros", como Toyota, están fabricando en República Checa o Polonia... "Yo no quiero hacer productos con un logo pero que no tienen nada que ver con el origen de ese logo", afirma el alemán que preside SEAT, Erich Schmitt.

Veamos, SEAT cuenta con 14.000 trabajadores, y cada vez está trabajando más con proveedores no españoles, que son los que más despidos están provocando. En la factoría catalana de Martorell, además, el plan consiste en seguir reduciendo plantilla: 1.600 personas en tres años. La primera etapa ha sido en 2007, una tercera parte de esa cantidad, y el ritmo se mantendrá durante los ejercicios 2008 y 2009. Pues bien, el coste de esta tercera parte despedida en 2007 ha sido de 60 millones de euros. Recordemos que gracias a créditos fiscales, venta de los antiguos terrenos de Zona Franca al a Generalitat y otros extraordinarios, SEAT ingresó 83 millones de euros, y que le beneficio fue de 170 millones, aunque, si aplicáramos las nuevas normas internacionales de contabilidad, que ya aplica la matriz Volkswagen y que se aplicarán en SEAT este mismo ejercicio, el beneficio después de impuestos habría sido de 4 millones de euros. SI se mantiene el coste de los despidos.... otra vez números rojos.

Y la verdad, la reducción de plantilla comienza a convertirse en una costumbre en SEAT. La plantilla de Martorell ha pasado en cinco años de los 47 años de media a 36. Ahora son jóvenes y bien preparados. Lo que ocurre es que no quieren cobrar salarios polacos, sino alemanes.

Eso sí, los resultados de todo el grupo VW han sido estupendos, por lo que a su mandamás y máximo accionista, que no es otro que Ferdinand Piëch parece habérsele pasado temporalmente la obsesión anti-SEAT. VW ha decidido que cerrar SEAT o venderla sería perder cuotas mercado en un momento de crisis en el que la venta de coches anda fatal en todo Occidente.

Conclusión. Schmitt puede afirmar, triunfante, por primera vez, que "no hay dudas en Volkswagen sobre la continuidad de SEAT". Eso sí, la igual que sus número dos, el vicepresidente financiero Jan-Henrik Lafrent, insiste en que la continuidad de Martorell depende de la productividad y la competitividad. El financiero, incluso recuerda, armado de gráficos, que Alemania ha ganado competitividad en 2007 mientras España lo ha perdido Se le olvidó matizar la base de la que se parte para medir esa competitividad: el salario medio del español –según datos de Eurostat, elaborados por la Universidad Abat Oliba de Barcelona- es la mitad del salario medio alemán.

En cualquier caso, la suerte está echada: han mejorado las cosas en SEAT desde hace seis meses. Cuando Piëch, el gran enemigo de España en general y de SEAT en particular, se empeñaba en cerrar la factoría y se negaba a escuchar las ofertas de compras que le llegaban. Ahora "Nadie duda en VW" sobre la continuidad de SEAT pero, eso sí, si dejad e ser el aptito feo del grupo... y si deja de serlo a costa de una inversión nula, porque VW no está dispuesto a poner un duro en Martorell.

Total, que el panorama que se abre es el siguiente: La actual factoría puede alcanzar una producción de 550.000 automóviles. A partir de ahí, hasta los 800.000 que tiene previsto fabricar en 2018, se buscará otra mano se obra más barata. Fabricarán coches SEAT, pero en otro sitio. Deslocalización paulatina, que le dicen. No se pierde la marca pero se pierde empleo, directo e indirecto. Todo sea por pagar menos.

En principio se planteó hacerlo en Puebla (México) donde VW tiene una fábrica, o en cualquier otro lugar de Iberoamérica -salarios baratos-. Pero a Schmitt lo que le ‘mola' es China, país donde pasó muchos años en plantas VW y donde viaja dos veces al año.

Al final, las ganancias de productividad se consiguen gracias a los salarios.