La OM que desarrolla el Fondo de compra de activos se publicó el pasado lunes en el BOE. El mismo lunes, el secretario de Estado de Economía, David Vegara, convoca una rueda de prensa para ofrecer los detalles. Pero no es hasta el jueves cuando el portavoz de Economía del PP, Cristóbal Montoro, ofrece sus críticas a la letra pequeña del reglamento. ¿Por qué tanto retraso? Cuesta entender que los populares tengan tan poca capacidad de respuesta. Más probable es que desde el PP se esté pasteleando entre la crítica política y sus complejas relaciones con el sistema financiero. Claro que como ya hemos informado, los compromisos del PSOE con la banca (hipotecas Montilla) van mucho más allá de las que tiene el PP.
La crítica de Montoro es doble. Por una parte censura que no se garantice que el 25% del Fondo sea para fomentar nuevas emisiones, sino hasta el 25%%" que no es lo mismo. También censura que no se garantice la compra de activos sanos, sino preferentemente la compra de activos sanos. Se le escapa a Montoro un tercer detalle. Las compras por vía de garantías o avales (llamadas no competitivas) serán de activos doble A o asimilado.
De esta manera no se cumple con el compromiso de Zapatero de comprar máxima calidad o triple A. Pero es que además, no se garantiza un estudio independiente por parte del Gobierno más allá de las discutidas calificaciones de las agencias de rating. Y por si fuera poco, tampoco queda claro cuánto se comprará en firme (triple A) o en garantía (doble A). En función de la demanda, responde Vegara. O sea que un 90% podría ser doble A tranquilamente. Y aquí paz y después gloria. Súmenle unos avales de hasta 100.000 millones de euros a precios de ganga.