Empecemos por el final. ¿Hay alguna posibilidad de acuerdo entre alguien que no pretende acuerdo alguno porque su vanidad se satisface en la discordia Evidentemente no.

'A fortiori' es una expresión latina que significa "con mayor motivo". Viene de la lógica pero también podíamos traducirlo con la habitual expresión  catalana "a más a más". Veraneo todos los años en Cataluña y viajo a Barcelona por motivos periodísticos. Pero nunca como este agosto he visto tanta obsesión con la independencia catalana. Es como si no hubiera otro asunto del que hablar.

Justamente en este verano donde parece gestarse el ataque directo más claro al Occidente cristiano y a la libertad occidental, en la creativa Cataluña no parece que exista otra cuestión -a favor o en contra, que eso ya es lo de menos- que la 'cuestión catalana', con su correspondiente propaganda y revisión histórica.

Es como si un viento de locura hubiera tocado a tantos catalanes habitualmente sensatos. Y eso para un proceso en el que no va a pasar "res de res'. Bueno sí: como luego apuntaré, el problema catalán coadyuva al guerracivilismo reinante en España.   

No obstante, Rajoy no debe hacer leña del árbol caído. El defraudador que pague lo que  hizo y por lo que debe… y se acabó

El kioskero de la Rambla de Tarragona me dice que "el Diari -el rotativo local- es del Opus". ¡Pues jodó cómo está el Opus Dei! Y lamenta que seis de cada diez ejemplares de La Vanguardia se vendan con la edición en castellano porque "algunos me dicen que no pueden seguirlo en catalán". Oiga y esto es porque no les dejaron aprenderlo en las escuelas. La culpa, por si no lo han cogido, es de Madrid. Si algo no me cuadra la culpa la tiene España.

Pero el victimismo no me preocupa tanto como el narcisismo nacionalista catalán. El victimismo no va a servir para nada. Cataluña no va a independizarse de España, aunque es verdad que puede coadyuvar al guerracivilismo, cada vez más acendrado en la vida pública española. Pero de eso no sólo tienen culpa los nacionalistas sin, por ejemplo, los populistas de Podemos.  

El narcicismo nacionalista catalán es mucho peor. Narcisismo supone que mientras el mundo arde -está ardiendo- Artur Más se dedica a tocar la lira secesionista en Barcelona. A estas alturas del partido, ya no es posible ningún acuerdo porque Artur Mas no quiere acuerdo alguno. Y lo más lamentable de todo es que sí fue posible.

Es más, los independentistas catalanes no quieren la independencia de Cataluña: lo que quieren es que Madrid se la niegue para poder seguir quejándose y para mostrar una superioridad moral sobre el resto de los españoles: nosotros somos democráticos, ellos no. Es un narcisismo estúpido -acabo de cometer una reiteración- que impide cualquier tipo de acuerdo y cualquier tipo de convivencia. ¿Cómo vas a pactar con Narciso que vive pendiente de sí mismo Conozco a muchos nacionalistas catalanes, gente de Convergencia, no de ERC, a los que les encanta lo que está pasando, bajo la idea de que Cataluña sigue "marcando la agenda policía española". Lo cual es cierto, pero ¡qué agenda Miquelarena!

Pero todo esto nada tiene que ver con la caza de brujas -fiscal- con la que el Ejecutivo Rajoy ha respondido. Primero Pujol, luego, la Asamblea Nacional Catalana, en breve Artur Mas (en la imagen) o allegados. El defraudador que pague lo que debe y que pague por engañar. No hace falta colgarle del árbol.

Eulogio López

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