Es rarísimo que prospere la recusación de un magistrado. Sin embargo, ha ocurrido. Rafael Pérez Escolar ha conseguido que la Audiencia Nacional recuse al magistrado Javier Gómez Bermúdez, empeñado en presidir la Sala que deberá juzgar el caso de las indemnizaciones millonarias contra Amusátegui y Corcóstegui, un caso en el que se acusa de delito social a Emilio Botín.
Sus propios compañeros han decidido que Gómez Bermúdez no debe entender de este caso. Pero es que estamos olvidando que este mismo magistrado preside la Sección I de la misma Sala de lo Penal, es decir, preside el Tribunal que deberá juzgar a Emilio Botín por un caso aún más importante: las cesiones de crédito, o 38 delitos fiscales y uno de falsedad documental.
En medios jurídicos, se esperaba que Bermúdez, desautorizado en un juicio, renunciara voluntariamente al otro. Pues bien, por el momento, dicha renuncia no se ha producido y Bermúdez insiste en que la decisión de sus compañeros resulta indignante.