Pelotazo máximo. La etarra más sanguinaria, Idoia López Riaño, cómplice de 23 asesinatos- y más conocida como la Tigresa, se ha convertido. Ha firmado un documento en el que renuncia a la violencia y pide perdón a las víctimas. El Gobierno la premia con una política de acercamiento a la prisión de Nanclares de Oca como paso previo a la obtención de beneficios penitenciarios. De esta forma, la estrategia del ministerio de Rubalcaba es sembrar la división entre el colectivo de presos de ETA. Los duros se sienten solos, abandonados mientras que los que renuncian a la violencia siquiera sea oficialmente- obtienen trato de favor.
¿Es leal con el Pacto Antiterrorista? No mucho. Rubalcaba ni siquiera informa a Federico Trillo, cogido por sus partes delicadas tras el Yak42. A quien informa es a UPN. Y así, claro, el asunto le sale más barato. Claro que prácticamente le sale gratis gracias al silencio del PP que prefiere no hacer ruido con la segunda parte de la negociación con ETA no vaya a ser que le digan que vuelve a las andadas de la primera legislatura.