El filósofo y antropólogo, miembro de la Academia Francesa, se une a la corriente provida que recorre Europa... salvo España

René Girard es un prestigioso filósofo y antropólogo francés, miembro de la Academia Francesa y famoso por su análisis sobre la violencia en las sociedades primitivas que se fundamentan en lo sagrado y por extensión en las sociedades contemporáneas.

Pues bien, lo interesante es que Girard se ha sumado a la campaña por la moratoria del aborto impulsada por el director de Il Foglio (www.ilfoglio.it), el periodista ateo Giuliano Ferrara.

En su edición de este 9 de enero, Il Foglio publicaba el siguiente texto de Ferrara:

"Cualquier cosa se pueda pensar sobre nuestra campaña de información y cultura, la verdad es que tiene raíces lejanas en la identidad común a todos aquellos que se reconocen en la democracia liberal, progresistas y conservadores, creyentes y no creyentes. Cuando se dice [como ha dicho Walter Veltroni, alcalde de Roma y líder del Partido Demócrata Italiano] que el aborto no es un derecho absoluto, sino siempre un drama que hay que contrarrestar. Ya estamos de acuerdo sobre la cuestión de las cuestiones: el derecho a nacer hacia el que los cristianos y los católicos y muchas otras denominaciones religiosas conducen su misión a favor de lo sagrado de la vida, que es también un dogma laico del que Norberto Bobbio fue defensor con intransigencia y en el nombre del mismo principio, decía el filósofo y jurista recién fallecido, por el cual estoy en contra de la pena de muerte. Un diálogo establecido sobre estas bases parte bien y puede ser conducido sin manipulaciones políticas y sin ningún tipo de segundos fines. Que el espacio público se haga garante de la decisión última y final de cada mujer sobre su embarazo es el contenido formal de las leyes en vigor, que no están hoy en cuestión.

Pero, en sustancia, el espacio público ha permanecido indiferente a este procedimiento, ha dejado a la sociedad y al voluntariado laico y cristiano, en condición de minoría cultural y psicológica, el encargo de tutelar el derecho a la vida prenatal, considerado un artilugio oscurantista. La impersonal estrategia de la indiferencia ha llevado a una deriva eugenésica, sexista y racista en la planificación familiar indigna de la humanidad, o al ejercicio salvaje e ideológico de supuestos derechos reproductivos. Periódicos, grupos, movimientos, partidos e iglesias pueden colaborar para volcar esta situación".