La Red de Farmacia Responsable aglutina a los farmacéuticos objetores a la dispensación de la PDD. Censuran que no haya controles para un fármaco que puede tener graves consecuencias para la salud y que además resulta -o puede resultar- abortiva. Por eso califican la decisión de aberración sanitaria. Pero es que además, la gestión ha sido -en su opinión- todo un ejercicio de chapuza. Nos hemos tenido que enterar por los medios de comunicación de la aprobación de esta medida ya que no hemos recibido ningún tipo de comunicación oficial por parte del Ministerio de Sanidad, señala la portavoz de Red de Farmacia Responsable, Marta Pérez Arteaga.
Pero es quedemos, finalmente el Gobierno ha rechazado elaborar el protocolo común de dispensación de la PDD. Habría sido inaplicable, pero al menos confería al farmacéutico cierta capacidad de decisión a la hora de dispensar la píldora, apunta Pérez Arteaga, quien censura que el Ministerio haya anunciado que enviará a todas las farmacias un folleto informativo que se deberá de adjuntar con la PDD a la mujer solicitante que se quiera automedicar.
Red Farmacia Responsable ha tenido acceso al folleto que va a distribuir el Ministerio y ha llegado a las siguientes conclusiones:
El folleto define la PDD como anticonceptivo de urgencia. Aún no conociéndose con precisión el mecanismo de acción de este preparado hormonal, como se puede leer en la propia ficha técnica, se considera que puede actuar a través de diversos procesos: impidiendo o retrasando la ovulación, dificultado el acceso de los espermatozoides hacia el ovario e impidiendo la implantación del óvulo fecundado. En los dos primeros casos sí podríamos decir que se trata de un anticonceptivo, pero en el tercero se provocaría la muerte del embrión; por ello a la PDD también se le debería llamar abortivo de urgencia. Se podrán usar todas las triquiñuelas lingüísticas que se quieran para justificar que la PDD no es abortiva, como afirmar que el embarazo empieza con la implantación pero en la actualidad ni un solo científico que se precie de serlo puede negar que la vida comienza con la fecundación.
Se indica que este producto «pueden utilizarlo todas las mujeres a lo largo de la etapa fértil de su vida». Esta afirmación no considera las numerosas contraindicaciones existentes. Por ejemplo, si una mujer en su etapa fértil tiene insuficiencia hepática grave no debe tomar la PDD. Si una mujer durante la lactancia toma la PDD , ésta se excreta con la leche y puede pasar al niño. Si una mujer en su etapa fértil tiene un síndrome grave de mala absorción o está tomando determinados medicamentos, la píldora es menos efectiva.
Se afirma que «esta píldora es un medicamento seguro para la salud, por lo que no precisa de ningún reconocimiento o análisis previo a su toma». Esta frase oculta una realidad: no existen estudios en menores de 16 años que puedan ratificar esa supuesta seguridad. Tampoco hay estudios sobre los efectos de esta píldora a largo plazo ni sobre las consecuencias de un uso reiterado. También se distorsiona la realidad al esconder que con la PDD puede producirse una embolia pulmonar o una trombosis venosa profunda. Finalmente, si la píldora falla y se produce un embarazo, éste puede ser extrauterino (situación de grave urgencia para la mujer).
Es decir, Red Farmacia Responsable considera que el folleto es sesgado, parcial e incompleto y podría ser una invitación para su consumo irresponsable. Así que concluyen que dada la situación, el mejor escenario es que los folletos nunca llegaran a las farmacias. Como profesionales, reiteramos nuestra negativa a vender este producto y, menos todavía, a desinformar a la opinión pública y a las mujeres en particular, concluye Pérez Arteaga.
Por otra parte, desde ANDOC se han enviado alegaciones técnicas al proyecto con explicaciones científicas que ponen en evidencia que no se trata de un medicamento sino de un biocida, señala su presidente, José Manuel Molina.