Los gastos derivados de las operaciones militares españolas en Afganistán y Congo ascienden a 56.329.006 euros que serán financiados con cargo al Fondo de Contingencia. Todavía no sabemos a cuánto ascenderá la factura del envío de entre 400 y 500 soldados al Líbano, aunque esperemos que el ministro de Defensa, José Antonio Alonso, informe de estos detalles en sus explicaciones desde la A hasta la Z.
Con todo, lo económico no es lo más relevante. Ocurre que todavía permanecen las sombras sobre la muerte de 17 soldados por la caída del Cougar, que el gobierno ha optado por desguazar el helicóptero afectado al parecer- para borrar pruebas y que Defensa ha sugerido a uno de los padres de los fallecidos que mejor que no se personase en el acto de homenaje a los caídos un año después de su muerte.
Además, hemos tenido que repatriar un cadáver de Afganistán y mucho nos tememos que no será el primero. Tampoco sabemos qué hacen las tropas españolas en el Congo si no es servir a los intereses de Francia. Y por si fuera poco, Defensa advierte del riesgo de las operaciones en el Líbano. Máxime cuando nuestro presidente no ha tenido rubor ninguno en colocarse el pañuelo palestino alrededor del cuello y Moratinos ha profundizado en la crisis diplomática a través de unas desafortunadas declaraciones.