El despacho Uría y Menéndez se ha convertido en el eje de todas las batallas por la propiedad intelectual. Ha demostrado ser tan influyente en la izquierda como en la derecha, con Zapatero como con Aznar, y representa la materia gris de la muy restrictiva proyecto de Ley de Propiedad Intelectual y regulación posterior, donde se pretende imponer un canon por toda línea de banda ancha, sea ADSL o fibra óptica, así como la supresión de la copia privada.
Como muestra del poder de Uría y Menéndez baste recordar que el representante de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual en España es Montiano Monteagudo, naturalmente, del bufete Uría y Menéndez. En este mismo despacho trabaja el forjador de la SGAE, Agustín González.
Por cierto, el caso de jueces, abogados y políticos invitados a todo tipo de actividades académicas, jornadas, congreso y seminarios, siempre bien pagados, no ha cesado. Por ejemplo, el grupo Recoletos, miembro de Gedeprensa, con la inestimable ayuda de 5 representantes del bufete Rodrigo Uría, han organizado unas jornadas sobre reforma procesal, que serán inauguradas por el secretario de Estado de justicia, Luis López Guerra, el próximo 9 de mayo, en Madrid.