También aparece en los peores lugares del ranking de Doing Business

 

No es la primera vez que España aparece en la parte baja de los rankings de facilidades para hacer negocios. Doing Business nos rebajó nuestra posición por las crecientes trabas administrativas para iniciar un negocio. Una especie de carrera de obstáculos donde las distintas administraciones tratan de justificar su existencia con reclamaciones de papeles, inversiones, y licencias de elevado coste y de respuesta tardía. Así no es extraño que muchos hayan decidido buscarse la vida en otro sitio.

Este martes es el Banco Mundial quien advierte que España es el país de la OCDE donde es más difícil abrir un negocio. Lo peor de todo es que la Ley de Liberalización de Servicios, la Frankestein como se la conoce ya, no ha tenido los efectos deseados. La razón es sencilla. No es verdad que haya una verdadera liberalización porque ninguna administración está dispuesta a dejar de contar con sus prerrogativas. El resultado es fácilmente previsible: menos empresas, menos empleo y más pobreza. ¡Ya está bien! ¡Que alguien haga algo!

Andrés Velázquez

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