Ante una pandemia como el ébola las fuerzas políticas no se unen para encontrar soluciones sino para buscar culpables.

Y vale todo, hasta la muerte del can Excalibur, un asesinato según los animalistas... en un país en el que se asesinan a 112.000 neonatos porque... nos da la real gana

Ahora bien, los políticos no estarían tan animados al cainismo si no fuera por la colaboración entusiasta, no de los medios de comunicación -los medios escritos, tanto en papel como en Internet, mantienen una dignidad encomiable en la materia- sino de las televisiones, que utilizan a cualquier majadero para disparar la psicosis.

El miedo no sólo es libre sino irracional y los locutores demagogos saben explotarlo con formidable pericia. Vamos, que si consigue la dimisión de la ministra Mato el ébola se va de España.

E insistimos en que Ana Mato debe dimitir por otras barbaridades de su gestión, como su posición ante el aborto, cuestión mucho grave que el ébola, no por su fallos con la pandemia.

Hispanidad

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