Lo que importa ahora es poner todos los medios científicos y humanos posibles, que son muchos, para tratar y curar a la enfermera contagiada.
Para eso es necesario conocer a fondo todos los detalles que hicieron posible el contagio, en la medida que casi todo está por aprender para afrontar esta terrible enfermedad africana, todavía insuficientemente estudiada.
Vamos a ser los primeros europeos, aunque hay otros casos en Occidente, en enfrentarnos con esta experiencia que, en definitiva, va a ser vital para toda la comunidad científica y, por supuesto, para la Organización Mundial de la Salud y las autoridades políticas europeas.
Cuando se disponga de toda la información exigible, puede que llegue el momento de pedir que se asuman las responsabilidades políticas, si es que hay lugar a ello. Pero, en todo caso, hay que confiar en nuestro sistema sanitario, que se ha ganado un merecido prestigio internacional gracias a sus excelentes profesionales.
J.M.
