Hay que ser muy torpe para siendo fiscal general del Estado reflexionar en voz alta sobre si te has pasado en la impugnación de listas. Tan torpe que no es posible ni siquiera con Pumpido. Así que más parece que el fiscal general del Estado estaba disculpándose frente a la banda. Una disculpa que por cierto fue agradecida: a la misma hora, Batasuna volvía a pedir el voto para ANV.

¿Comparte el gobierno este criterio? Menudo marrón de pregunta. De la Vega trata de hacer ejercicio de cintura. Señala que "en estos momentos no hay listas ilegales y que los ciudadanos vascos de todas las ideologías tendrán opciones legales y pacíficas piensen lo que piensen". Además, De la Vega señala que ese logro ha sido el resultado de la acción conjunta del gobierno, la Fiscalía General del Estado, el Tribunal Supremo y el Tribunal Constitucional. "Esto es lo relevante", apunta De la Vega.

Desgranemos el discurso. Por una parte, todos los ciudadanos de todas las ideologías tendrán listas que puedan votar. Es decir, la izquierda abertzale "no queda en un Guantánamo electoral" como sugirió este jueves Pumpido. Guiño a los proetarras. Además, todas las listas son "legales y pacíficas". Guiño a los populares que siguen pensando que ANV es una continuidad de Batasuna y que -por tanto- existe una continuidad de partidos que no sólo no condenan, sino que amparan la violencia.

De hecho ANV se ha negado a condenar la violencia en todos los actos de violencia callejera que se han producido en las últimas semanas. Pero De la Vega ha hecho lo que ha podido: cintura y tratar de agradar a todos. Lástima que los círculos cuadrados sean imposibles.