Sr. Director:

Según reciente encuesta realizada a sacerdotes (¿fiable?), los más jóvenes son partidarios de llevar clérigman.

Yo no sé si alguien, o quién, dijo que podían colgar la sotana y vestir de seglar, ni me importa; pero creo que es cierto el refrán que dice que "el hábito no hace al monje pero le ayuda a serlo". La vestidura sacerdotal, ¿será una nimiedad? Mons. Demetrio Fernández ve en el "clerigman" un "signo de Dios para el hombre de hoy", y recuerda a los sacerdotes que "la gente sencilla quiere ver en el sacerdote al hombre de Dios". Un cura dinámico que siempre luce el clérigman, dice que a él le salva de peligros y, además, le ofrece la oportunidad de prestar servicios espirituales fuera de la iglesia, en donde nadie conocería su identidad sacerdotal si no fuera por el signo. "Siempre estoy de servicio"- dice y lo demuestra-. ¿Es más moderno no llevar uniforme? Pues ni la Guardia Civil ni la de tráfico ni los militares se lo han quitado, ni el juez tampoco. ¿ Será que es menos comprometido ir como seglar?

El sacerdocio es una vocación de servicio permanente; al menos, de continua disponibilidad. En un pueblo todos conocen al cura; pero no en la ciudad. Además, el clérigman hasta les favorece, y lo mismo la sotana ( esta es más incómoda). ¿ Nos hemos fijado en que bastantes curas que no llevan clérigman ni sotana, no saben tampoco vestir bien?

María Fernández Vicente

fervimar21@yahoo.es