Criadas y señoras es un melodrama que narra la lucha por los derechos civiles en Estados Unidos a través de la relación entre amas blancas y sus criadas negras. Dos horas y media muy entretenidas que se pasan en un suspiro.
Basado en un best seller titulado "The Help", escrito por Kathryn Stockett, la historia está narrada en primera persona por una de esas criadas, Aibileen, cansada de aguantar las vejaciones y discriminaciones que sufrían esas empleadas del hogar a comienzos de los años 60 en Jackson, Missisippi, al Sur de los Estados Unidos. Discriminación llena de anécdotas surrealistas que dejan perplejo al espectador, como aquella que les impedía a las criadas utilizar el baño de sus señores…
Película agridulce, donde se pasa de la risa al llanto sin solución de continuidad, este melodrama cuenta con escenas memorables, todas ellas defendidas por un reparto coral femenino de campanillas. Eso sí, en ocasiones, Criadas y señoras puede resultar algo maniquea, puesto que caricaturiza en demasía a las amas blancas y, por el contrario, alaba incluso demasiado a las asistentes del hogar negras.
La película engancha desde la primera secuencia en la que la narradora de la historia, Aibileen, afirma que nunca vislumbró que una mujer de color pudiera tener otro futuro que no fuera servir.
Al fondo de Criadas y señoras el respeto que merece cualquier ser humano y las relaciones de igualdad imprescindibles en cualquier relación.
Para: Un público femenino al que le gustara, en su momento, Tomates verdes fritos