- Y así, Rajoy arremete contra los cristianos y Soraya presume del dinero que 'da' a Cáritas.
- La nueva imagen del Gobierno: Rajoy triunfalista y agresivo; Soraya agresiva y triunfalista… con la oposición y con la prensa.
- Ante el desastre demoscópico, el tándem monclovita aparca sus diferencias.
- Ley de la carrera militar: proseguir con la jibarización del Ejército.
- Aunque el ministro Morenés asegura que es una cuestión de sistemas y de necesidad.
- Pero lo cierto es que el Ejército español cuenta con 120.000 efectivos y podría ser que hubiera una reducción acelerada.
- Se unifican las plazas de aparcamiento para minusválidos en toda España… ¡porque no estaban unificadas!
- Comisión de trasparencia y demás consejos asesores. Más burocracia.
Consejo de Ministros del viernes 12 de diciembre. El cónclave vino precedido por un Rajoy triunfalista y agresivo, secundado por una vicepresidenta agresiva y triunfalista.
Un día antes, el presidente del Gobierno había hablado de los catastrofistas que habían surgido en España (hasta ahí tiene toda la razón) que ahora cuentan con apoyos "tan sorprendentes como inexplicables". Pregunto a una fuente monclovita sobre a quién se refería el presidente, y me dice que a la clase económica y a la derecha clásica. ¿Derecha clásica, pregunto, ¿qué es eso Los conservadores de toda la vida, los católicos, etc., que con lo del aborto y con la política de Francisco les ha dado por criticar al Gobierno.
Lo que faltaba don Mariano. El hombre que ha engañado a los cristianos y providas hablando de una reforma provida que no era tal, pero que encima retirada por miedo al qué dirán, el hombre que tiene por asesor a Arriola, quien inventó, para Aznar, aquello de que "el voto católico no existe", el mismísimo Mariano se queja ahora de que los cristianos no cierran filas para defender su grandiosa política económica y sus perspectivas electorales. No, si al final tendremos que vitorearle que para eso nos 'protege'.
Mariano está triunfalista y agresivo, Soraya (en la imagen junto a Morenés y Soria) está agresiva y triunfalista. La rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros así lo demuestra. Ya no sólo ningunea a los periodistas que no le caen bien, ni sorprende con aquellas maravillosas declaraciones del "comprendo que esto es difícil de entender, a algunas nos ha costado una oposición", sino que entra en el cuerpo a cuerpo con los periodistas.
El redactor de El País le pregunta por el nuevo poder más poder, que ha adquirido tras el 'fichaje' de Alfonso Alonso y comete el error de la muletilla profesional el 'se dice'. Asegura que lo comentan varios medios. Soraya le dice que sólo lo ha comentado uno, el suyo, que es su artículo y que si quiere se lo comenta. No es verdad, señora vicepresidenta. Su poder ha ido aumentando a media que usted asumía "responsabilidades". Y muchos medios, entre ellos Hispanidad, llevan comentándolo desde hace mucho tiempo.
Y sí, Rajoy se ha cabreado de cuando en cuando. Ahora ya está convencido de que su objetivo era sustituirle pero también sabe que la necesita. De hecho, ambos se han unido, uña y carne, ante la tragedia demoscópica que se cierne sobre el PP. Ya no luchan entre sí porque ambos luchan por su supervivencia. El problema es que no tienen ni un ápice de modestia, y ahí lo estropean todo.
Es más, ambos, Rajoy y Soraya, insisto, ahora unidos como nunca ante la desgracia, han adquirido un sentido patrimonialista del Estado. Y así, la vicepresidenta informa del dinero que da a Cáritas. En Moncloa parece darse últimamente una cierta obsesión con el fantasma de los católicos.
El problema es que el voto católico, después de tanta tomadura de pelo del PP, empieza a desperezarse y está a la búsqueda de alternativas o inclinado al voto en blanco. Ya no quiere votar ni a una izquierda cristófoba ni a una derecha tibia, pagana.
Y claro, cuando está en mayoría absoluta el voto católico poco importa. Pero cuando te juegas La Moncloa en 20.000 votos, entonces sí que importa. Y mucho, lo importa todo.
Total, que Soraya presume ante la prensa de lo mucho que va a recibir Cáritas del Gobierno este año: nada menos que 25,5% millones de euros, el 37% del presupuesto de la entidad. Sí, de acuerdo, pero no es un regalo del Gobierno a la Iglesia, señora vicepresidenta. No es una subvención como no deja de repetir Soraya. Es lo que han decidido los españoles a través de su declaración de la renta, porque al parecer, los creyentes siguen siendo mayoría y porque la práctica católica, en España, a pesar de los pesares, sigue siendo la que es. Además, a Cáritas le llega dinero por la vía de 'otros fines sociales', que fue una añagaza del PSOE que el PP ha mantenido para intentar equiparar a la Iglesia con una ONG. A lo mejor si especifican qué cantidad va a ir a Cáritas, todavía le darían más.
En cualquier caso, el dinero no es suyo, doña Soraya, que me da que su jefe de filas y usted misma tienen un sentido muy patrimonial del presupuesto público que administran.
Más acuerdos del Consejo explicados por una vicepresidenta tan temerosa por su futuro como crecida en su presente. Se unifican las condiciones de las tarjetas de estacionamiento de discapacitados. Lo curioso es que hay que hacerlo. Sí, en efecto, la tarjeta de una comunidad no sirve para que un discapacitado aparque en plazas reservadas en otra comunidad. Sí, esto es España.
Creación de la Comisión de trasparencia y buen Gobierno que asiste al Consejo de la Transparencia. Es decir otro cargo, más burocracia para no se sabe qué. Lo bueno de la política de trasparencia es el portal de Trasparencia, que ha sido un éxito entre la ciudadanía desde el primer instante. El resto de adornos es innecesario.
Y ahora vamos con el ministro Morenés y su ley de reforma de la carrera militar. En sí poca cosa: algunos de los heridos en misión, por ejemplo, que han pasado directamente a la jubilación sin estancia en la reserva, han perdido posibilidades de ascenso: trata de recuperarlos.
Pero, como dicen los militares: de una ley sólo esperamos que sea igual que la anterior, en la convicción de que suelen ser peores.
Miren ustedes: el problema es que el ejército español lleva jibarizándose desde hace más de 10 años. Su presupuesto es mínimo. La OTAN aconseja un 2% del PIB y nosotros estamos en el 0,6%, que puede estirarse hasta el 1% si copan los proyectos de industria militar. Y la izquierda sigue exigiendo reducción de presupuestos.
El ejército se está jibarizando y anulando. Por ejemplo, los efectivos son hoy 120.000, de ellos, 80.000 del Ejército de tierra. Los rumores sobre una reducción acelerada -traumática- de elementos son importantes pero lo cierto es que el ministro Pedro Morenés, asegura que todo depende de la tecnología, es decir, de los sistemas y de la evolución geopolítica.
Total, que se seguirán prejubilando oficiales, sobre todo oficiales, como se ha hecho desde que terminó la mili. Jibarización.
¡Ah! y 500 militares españoles seguirán jugándose la vida en Afganistán, al final, serán más que norteamericanos.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com