Colombia, 1992. La niña Cataleya contempla el cruel asesinato de sus padres por orden de un capó del narcotráfico: D. Luis. Huyendo de sus captores se reúne en Chicago con su tío Emilio Restrepo y hace de la venganza su objetivo de vida…
Este argumento simple y trillado en el cine está bien resuelto visualmente con escenas impactantes como la persecución de la niña-Cataleya a cargo de un matón a sueldo, encarnado por el español Jordi Mollá (encasillado en su carrera en EEUU salvo en Encontrarás Dragones) en papeles de villano hispano. En Colombiana no caben reflexiones sobre el regusto amargo y el vacío que deja la venganza, pero, sin embargo, el director encuentra tiempo para recrearse en la estilizada figura de Zoe Saldana (Avatar), y dar un peso específico a un apartado sensual que resulta innecesario en este tipo de tramas en las que lo que interesa (dada la escasez de argumento) es ofrecer situaciones a un ritmo endiablado.
Colombiana está dirigida por Olivier Megaton (cuyo apellido auténtico, Fontana, suena menos a chiste) y su exiguo relato es un mano a mano entre el propio productor, Luc Besson, y su guionista habitual Robert Mark Kamen, que en esta ocasión no se han roto la cabeza en el argumento.
Para: Los que crean que una de las cualidades imprescindibles en las heroínas de acción es utilizar modelos exiguos de tela.
Juana Samanes