Este jueves se celebraba una reunión profesional para informar sobre el decreto que regula la siniestralidad laboral aprobado este viernes. El representante del ministerio de Trabajo informó de que cinco inspectores de trabajo estaban perseguidos en vía penal por las compañías inspeccionadas. Por lo que se ve, la profesión de inspector de Trabajo se ha convertido en una función de alto riesgo.
Por lo demás, los empresarios reunidos en el sarao, trataron como siempre- de arrimar el ascua a su sardina. El que dice que tiene un problema de espalda por subirse al andamio, ¿no será que en realidad se sienta en una posición inadecuada frente al televisor?. Como ven, la cultura de la seguridad laboral no ha evolucionado lo más mínimo. Los empresarios ratean y los trabajadores consideran una mariconada hacer caso a las medidas de seguridad. La ley es pedagógica, pero un pelín lenta.