La presidenta de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), Elsa González, la entrevista realizada a la mujer del presunto asesino de la niña Mari Luz, es un atentado contra la dignidad de la entrevistada

 

El sueño de todo periodista es lograr una exclusiva. Lo ideal sería que esa noticia informara, acorde a la verdad de los hechos, sobre un tema. Pero últimamente parece que la exclusividad es lo más importante y cómo lograrlo no tiene ninguna importancia. Lo que importa es lograrlo.

Y eso es lo que ha sucedido estos días en el caso de la entrevista a la mujer del presunto asesino de la niña Mari Luz Cortés. El programa de Ana Rosa Quintana logró obtener la exclusiva de la confesión, pero, ¿fue ético como se logró?

Según la presidenta de la FAPE, Elsa González, no, ya que es un atentado contra la dignidad de la entrevistada y no favorece la reputación de los medios de comunicación ni la de los periodistas. Ana Rosa Quintana ha manifestado este lunes que la confesión fue libre, sin ninguna coacción. Pero claro, hay que tener en cuenta un dato. La señora del Valle, es una mujer que padece una cierta deficiencia mental y lo que para una persona normal es simplemente el acompañamiento de unas cámaras, para ella puede ser una presión que nuble su capacidad de entendimiento y reacción.

Lo que está claro es que en el periodismo no todo vale, o no debería valer y no se puede pretender lograr lo que uno quiere a través de la presión, el acoso o la coacción. La ética está, o debe estar, por encima del mero utilitarismo que marca la actuación según el bien que obtengo de ello. En el momento que todo valga en el periodismo, pasaremos a una situación que se escapa de las manos, donde la ética y la moralidad deben quedarse fuera.

Seguramente la periodista logró su noticia, pero yo, como periodista, no estaría contento de mi labor, sobre todo cuando en el fondo, no me importa mentir al entrevistado. ¿Qué confianza puedo lograr así? Lo que está claro es que al final, en lo que dijo Fernando González Urbaneja, tendrá algo de razón con respecto a Paolo Vasile, el CEO de Telecinco. Porque con esta tele, habría que desterrarlo.

Andrés Velázquez

andres@hispanidad.com