Durante el desayuno de trabajo organizado esta mañana por el Foro Nueva Economía, Baltanás cogió la palabra y comenzó una conferencia paralela, práctica habitual en los contubernios madrileños. Ya sabes: o das una conferencia o te la dan. El moderador cortó el intentó con un ¿Y la pregunta? En esto la gente comenzó a aplaudir y el moderador trató de templar gaitas. Baltanás se quedó cortado y preguntó finalmente al presidente de la Generalitat valenciana por qué habla de la ausencia de alternativa cuando el programa AGUA prevé una inversión de 1.200 millones de euros y su departamento trabaja con la consejería valenciana en un convenio que se firmará en las próximas semanas.
Camps se levantó de la mesa y regresó a la tribuna de oradores. El tema del agua importa. Y mucho. El resumen: la suspensión del PHN es el ejemplo de decisiones apresuradas tomadas con falta de sustento técnico. Camps sostiene que el proyecto del PHN contemplaba la mitad de trasvase que el plan de Borrell, que supone una duodécima parte del agua que se tira irremediablemente en el mar, que gozaba del apoyo del 80% del Consejo Nacional del Agua y que se trataba del primer proyecto nacional de vertebración y cohesión social. Y esto es lo más grave, que la insolidaridad de unos no ha permitido desarrollar un verdadero proyecto nacional. Por eso lo primero que hizo ERC en el Debate sobre el Estado de la Nación es agradecer al Presidente del Gobierno por haber paralizado el trasvase.
Además, Camps aprovechó para reprochar a Baltanás que esos 1.200 millones de inversión eran complementarios al PHN y ya estaban contemplados en el mismo. No existen alternativas, insiste el presidente de la Generalitat. Y ya puestos, Camps recuerda que exigirá al Gobierno esas inversiones de 21.000 millones de euros que iban a ser financiados con fondos europeos. ¿Dónde está ese dinero?, se pregunta.