El Santander se ha echado encima a la mitad más uno de los argentinos

El Santander compró en la Argentina el Banco Río, y lo convirtió en la tercera entidad financiera del país. Sobrevivió al corralito y al corralón y el Santander Río parecía haber entrado en una fase de relativa tranquilidad. Pero ahora las salvas se han vuelto lanzas. Botín ha cometido el peor de los errores.

En pocos días, el nombre Río ha desaparecido de los carteles y se ha quedado en solitario el Santander, lo mismo que ocurrió en España con el Central, y con el Hispano, y con el Americano. Ahora bien, a los argentinos no les preocupa eso, sino que el color corporativo de Banco Río siempre fue el azul-dorado, precisamente el color del Boca Juniors, el equipo más famoso de la Argentina.

La cosa ya hubiera sido lo suficientemente grave, pero se podría haber olvidado con el tiempo, el bálsamo que todo lo cura, incluso en Argentina. Ahora bien, lo inadmisible, lo que ha roto la paciencia –ellos dicen otra cosa- de los "fanáticos, que no hinchas", del Boca, ha sido la sustitución del azul dorado por el rojo del Santander… y del River Plate.

Botín ha entrado en terrenos demasiado pantanosos. Su gente ya se ha apresurado a aclarar que el banco lo único que ha hecho es fijar en sus cartelería el rojo corporativo del Santander, con llamita incluida. Pero todo es inútil: si van provocando, que se atengan a las consecuencias. No olvidemos lo que la hinchada del Boca dice de sí misma: "Somos la mitad más uno de todos los argentinos". Emilio, te la has cargado.