La Iglesia anima el progreso científico, pero este debe ir acompañado por el respeto a la vida humana y a la persona. Lo ha dicho Benedicto XVI; durante su último viaje pastoral, esta vez en Pavía. El Papa habla de respeto a la vida "en todas sus fases", en lo que ya se ha convertido en una frase-resumen de la doctrina cristiana al respecto: la vida de la persona es sagrada "desde la concepción hasta su muere natural".