Ha despedido al director de la División de Transportes, Juan Carlos Lorenzo, con los seis miembros del Comité de Dirección bajo investigación desde la gestapo alemana

 

Belil se jacta de su amistad con Peter Löscher, con quien comparte avión y asesor fiscal. Mientras, Siemens es la empresa mejor tratada en España.

El presidente de Siemens España, Francisco Belil ha instaurado la caza brujas en la multinacional alemana de bienes de equipo. Acaba de echar al director de la poderosa división de Transporte, Juan Carlos Lorenzo, 29 años de experiencia en la empresa, y le ha pagado 1,2 millones de euros de indemnización para que no arme jaleo.

Curioso, dado que Belil ya tiene 65 años, edad a la que los ejecutivos se jubilan en las empresas alemanas, pero cada vez manda más. Comparte avión y asesor fiscal -suponemos que por ese orden- con el todopoderoso Peter Löscher, de cuya amistad se jacta.

Así, apoyado por Löscher, Belil ha puesto en investigación a los seis miembros del Comité de Dirección, con la excepción de Pascual de Dios, designado para sucederle, aunque la sucesión no deja de retrasarse. En Siemens España se conoce como la Gestapo a la unidad, dirigida desde Alemania pero que también reporta a Belil, que investiga posibles sobornos en la etapa anterior. Algunos comentan que Belil ha enloquecido y se ha convertido en el principal investigador del pasado. La verdad es que el ex presidente de Siemens, Francisco Francés, fue condenado por sobornar a miembros del Administración socialista de Felipe González, pero también lo es que la Administración y las empresas españolas tratan a la multinacional alemán de bienes de equipo como no la trata nadie en ningún país, tanto en Sanidad como en el AVE como en redes de telecomunicaciones.

En cualquier caso, mientras continúa purgando directivos, Belil permanece en el cargo.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com