• El consejero delegado del holding había asegurado que "existen inversores interesados en relevar a Bankia en el capital de IAG".
  • Sin embargo, un portavoz de la entidad financiera ha asegurado a Hispanidad: "No hay otorgada ninguna orden de venta".
  • Y es que vender ahora supondría una minusvalía importante para Bankia.
  • Los títulos de IAG (fusión Iberia–British) cotizaron a 3,31 euros tras la operación, en enero de 2011. Este martes, la acción de la compañía se movía entorno a 1,88 euros.
  • Además, de realizarse la venta, Rato, consejero dominical en representación de la entidad financiera, se iría a la calle.
  • Y qué decir sobre la pérdida de españolidad de Iberia, otrora aerolínea de bandera de nuestro país.

Va a ser que no. Ante la afirmación del consejero delegado de IAG en las que aseguraba que "existen inversores interesados en relevar a Bankia en el capital" de la compañía, desde la entidad han respondido que de vender el 12,09% que posee del holding, nada de nada. Concretamente, un portavoz de la entidad ha asegurado a Hispanidad que "no hay otorgada ninguna orden de venta". Claro y cristalino.

Y es que la decisión de no vender es comprensible si se miran los números. En enero de 2011, tras la salida a bolsa de IAG, fruto de la fusión entre Iberia y British, las acciones del holding cotizaban a 3,31 euros el título. A lo largo de la sesión de este martes, las acciones se han movido en el entorno de 1,88 euros. Vamos, que la minusvalía sería muy importante. Claro que la entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri (en la imagen) necesita liquidez, y pronto. Ya veremos si las urgencias pueden más que las minusvalías.

Otra consecuencia de la venta: la salida de Rodrigo Rato del consejo de Administración, donde hasta ahora permanece como consejero dominical en representación de la entidad financiera.

Y cómo no mencionar lo que supondría esta operación para la pérdida de españolidad de Iberia. Parece que fue ayer cuando la compañía era la aerolínea de bandera de nuestro país. Sí, es cierto que los tiempos han cambiado, y mucho, desde entonces. Y lo que nos queda por ver.

Pablo Ferrer

pablo@hispanidad.com