Atraviesa uno sus peores momentos, incluso anímicos. Pedro Ballvé ve cada vez menos clara la OPA sobre Telepizza, y a pesar de controlar la actual gestión está dispuesto a tirar la toalla. Dicho de otra forma, en Campofrío están casi convencidos de que el vencedor será Ibersol o, más probablemente, el Grupo Zena. Su alianza con Parmira no da para mucho más, aunque en el fondo está más ansioso de pelea que Campofrío.

En la mañana del miércoles se celebraba la Junta de Accionistas de Telepizza, donde se pudo ver a un Ballvé a la defensiva, frente a accionistas y franquiciados que desconfían tanto de la conexión Campofrío-Telepizza como de que hayan salido dos ofertas que mejoraban el precio ofrecido por la Presidencia de la compañía.

Con gran serenidad, Ballvé afirmó que el Consejo consideraba que las ofertas recibidas representaban un justiprecio. La verdad es que resultaría complejo que dijera otra cosa, dado que las ofertas de Zena e Ibersol superaron a la suya propia. Si éstas no eran justas, la suya lo sería menos.

Eso sí, el Consejo ha propuesto a la Junta retrasar el reparto del dividendo hasta que se sustancien las tres opas. Algo de agradecer, que rompe con la costumbre de vaciar la empresa de liquidez para que el opante se encuentre la caja vacía. Es más, se está convirtiendo en norma en muchos gestores el tener permanentemente una exceso de liquidez e invertir con deuda, como medida defensiva frente a posibles devoradores. Por eso hemos entrado en una nueva época donde lo que prima es el dividendo.

Por otra parte, Ballvé ha realizado una promesa de la que se puede arrepentir en breve: afirma que se mantendrá como accionista de Telepizza aunque pierda la gestión. Algo muy difícil de creer.