Los ateos materialistas reconocen que el hombre es capaz de actividades que no son materiales como es captar el honor. Pero, para no aceptar que tenemos alma, dicen que esa energía espiritual surge de la materia.
¡Esto es inaceptable!
Nadie da lo que no tiene.
Si yo no tengo 500 € en el bolsillo, no puedo dártelos.
De una piedra no sale una flor.
Hace falta una semilla que tenga vida.
De la materia no puede salir lo espiritual.
Nosotros tenemos un alma espiritual que rige nuestras actividades espirituales.
Al ser espiritual es inmortal, pues la muerte es la descomposición de las partes y lo espiritual no tiene partes.
Tenemos alma espiritual e inmortal, nos guste o no.
Lo mismo que tenemos hígado y páncreas.
¡Somos como somos! Nos guste o no.
Después de esta vida hay un cielo y un infierno.
Así lo ha dicho Cristo-Dios.
Y el que no quiera aceptarlo, se va a enterar en cuanto se muera.
Negar el infierno no es destruirlo.
Es preferible fiarse de Cristo, pedirle perdón por nuestros pecados, y confiar en su misericordia que perdona siempre al pecador arrepentido.
Jorge Loring