Sr. Director:
Retiran de la plaza del ayuntamiento de Santander la única estatua ecuestre que aún quedaba del General Franco.
Así como cientos de calles con nombres o connotaciones "franquistas", últimamente en Sevilla, con el ánimo de borrar y tergiversar falsamente la historia de aquél tiempo histórico, todo con ánimo rencoroso y tergiversador, sin embargo, se ponen nombres de fieles a la República y personajes adeptos a aquél régimen que empezó a perseguir ya en 1931 a quiénes no se ajustaban a su criterio ideológico.
La Ley de Memoria Histórica de Zapatero calla las miles de víctimas del republicanismo comunista, aún desaparecidas miles de ellas, no habla de los miles de torturados, muchos hasta la muerte en las checas, ni el holocausto con casi 8.000 asesinados en Paracuellos, muchas de éstas víctimas niños (porque sus padres eran de derechas), monárquicos, sacerdotes, falangistas, sacerdotes y monjas. Es decir, todo "sospechoso" de oponerse a la dictadura del proletariado.
La masacre contra la Iglesia Católica fue brutal: miles de parroquias, capillas, conventos quemados, ropas litúrgicas de cofradías, imágenes de Semana Santa, destrozados, casi 7.000 religiosos, muchos de ellos trabajando entre los más pobres, perdieron la vida a sangre fría por ser "enemigos del nuevo estado republicano". Pura limpieza ideológica. Ahora dicen que los milicianos eran defensores de la "libertad y la democracia". Menuda forma macabra de entender ambos conceptos.
Si quieren borrar la obra de Franco, tendrán que demoler prácticamente todos los pantanos de España, las viviendas sociales protegidas, la seguridad social, las pagas extraordinarias, las pagas de jubilación y viudedad, el derecho al desempleo, los colegios públicos para todos...
Se ve que las izquierdas españolas no están arrepentidas de aquél monumental atropello a los derechos humanos cometidos desde que empezó la segunda República y hasta que acabó la guerra en 1939, pues jamás han pedido perdón por aquello, y la reconciliación, imposible con ésta memoria histórica que pone a unos como buenísimos (los republicanos-comunistas) y a otros, como lo peor de lo malo (el bando nacional, la otra media España).
La Iglesia Católica, fue máxima perjudicada a nivel material y humano durante la persecución religiosa, ya que querían imponer a sangre y fuego el marxismo, y el catolicismo sería un "lastre" que había que exterminar.
Fiel al Evangelio enseñado por Jesucristo, la máxima víctima del odio hacia la fe, la Iglesia, perdonó a quiénes nunca le ha pedido perdón y trabajó por la paz y la reconciliación desde el principio.
Rosendo Alcaraz Gutiérrez
rosendoalcaraz@yahoo.es