El prestigio del Ejército español en la OTAN continúa en picado. La gran misión de la Alianza en el momento presente, Afganistán, no sólo se ha encontrado con la negativa de Zapatero a incrementar los efectivos allí destinados sino que tampoco ha querido capitanear la unidad de mando, dado que eso hubiera supuesto una mayor implicación en el conflicto.

Justo en ese momento, se produce la reciente visita de la secretaria de Estado norteamericana, Condoleeza Rice, y el ministro de Defensa, José Antonio alonso, lanza una diatriba contra el Ejército estadounidense, quien, según él, se dedica a realizar bombardeos indiscriminados sobe la población civil y eso irrita a los afganos.

Rice, que no parece amar el silencio, le respondió de inmediato que quien está pagando, en vidas y en fondos, tanto la guerra de Iraq como la de Afganistán es, precisamente, Estados Unidos. Lo cual es cierto, como es cierto, no que EEUU esté realizando bombardeos indiscriminados en Afganistán –no lo sé- pero sí que enviar al Ejército a luchar contra terroristas es matar moscas a cañonazos. Rice tiene toda la razón en que es USA, una vez mas, quien paga el precio más alto en la lucha contra el terrorismo internacional. Alonso no tiene razón en nada, pero sí cuando aduce que los bombardeos pueden terminar con un Ejército, pero no con un terrorismo cuya especialidad es, precisamente, ocultarse detrás de la población civil. A los terroristas se les combate con investigadores, no con unidades acorazadas ni con misiles de largo alcance. Buena prueba de ello es que a los marines del Ejército iraquí no les aguantó ni un mes, pero matando moscas a cañonazos sólo han conseguido que el terrorismo rebrote en Iraq.

Moraleja: para la guerra del siglo XXI no sirve ni el estilo ZP ni el estilo Bush. El primero es la cobardía del suicida. Ante un ataque se enarbola bandera blanca, denominada Alianza de Civilizaciones. El segundo, el de George Bush, consiste en aplastar al amigo y al enemigo, hasta conseguir que el amigo se vuelva enemigo. Esto es, con Zapatero ya hemos perdido antes de empezar, pero con Bush no ganamos.

 

Eulogio López