Es como el texto definitivo (se anuncian segundas partes) sobre la doctrina de la Iglesia sobre el condón. Considerando que, como aseguraba Chesterton, lo sobrenatural es lo más natural y si no es sobrenatural acaba siendo antinatural, deberíamos hacer caso del alegato de monseñor Michel Schooyans, un garante de doctrina segura, acerca del condón, que paso a resumir, con mi habitual superficialidad, en los siguientes trazos:

1. El condón no evita el sida, lo que evita es el niño. No es un profiláctico, es un anticonceptivo, no es un preservativo contra enfermedades de trasmisión de la vida, lo único de lo que preserva es del embarazo... y no siempre.

2. Asegurar que hay que promover las gomas para no pecar contra el quinto mandamiento es una malicia, una mentira y una chorrada. Schooyans, uno de los más clarividentes denunciados del Nuevo Orden Mundial (NOM), cuyo único enemigo es el Cuerpo Místico de Cristo, es decir la Iglesia. Sabe de lo que habla. Sabe, por ejemplo, que cuando se trata del Magisterio, el peor enemigo es el interno.

3. El condón no es una prueba de amor sino de falta de compromiso con el otro, además de con la vida.

Pero lean a monseñor Schooyans, que lo explica mucho mejor que yo en Zenit. Y promete más partes.

4. Sí, el condón no mata, pero el homicidio no es lo único punible, ni en la ley moral ni en la ley positiva. De hecho, tengo entendido que el código penal, por ejemplo, condena el robo, la estafa, la violación y otras muchas cosas más, que no son homicidio.  

Y mañana más.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com