- El ejecutivo español se incorporó al grupo Banesco en marzo de este año.
- Escotet le convenció para que dejara la presidencia del Banco Exterior de Venezuela.
- Su cometido, la expansión internacional de la entidad venezolana, también en España.
- Era el hombre de confianza del magnate venezolano para controlar todo el grupo.
- Baltar anuncia que se marcha a Perú, donde ya fue presidente ejecutivo del Banco Interamericano de Finanzas.
En marzo de este año, Juan Carlos Escotet realizó un fichaje estratégico -y a golpe de talonario- para impulsar la expansión internacional de Banesco. Y el hombre elegido fue Raúl Baltar (en la imagen, mirando a Escotet), hasta entonces -y desde 2008- presidente ejecutivo del Banco Exterior de Venezuela, la competencia de Banesco en aquél país. Baltar -nacido en Vigo en 1963- se incorporó al grupo de Escotet como gerente general del headquarter y como miembro de la junta directiva de Banesco Venezuela. En castellano: era el número dos de Escotet.
Baltar comenzó entonces a impulsar y coordinar la expansión internacional del grupo, también en España, donde Escotet se hizo con Novagalicia Banco (ahora Abanca) en diciembre de 2013. Baltar se incorporó al consejo de administración de Abanca en junio de este año, como consejero.
En definitiva, el ejecutivo español era el hombre fuerte de Escotet en todo el grupo, su número dos que controlaba todas las sociedades del holding, Abanca incluida.
En el breve comunicado -apenas seis líneas- remitido este jueves, Abanca señala que Baltar renuncia a sus funciones por su "cambio de residencia a Lima, Perú". En otras palabras, se marcha por alguna razón que no quieren explicar. En todo caso, Baltar está casado con la cantante peruana, nominada a varios premios Grammy, Pamela Rodríguez. Además, el ejecutivo español ya trabajó en aquél país, donde fue presidente ejecutivo y director del Banco Interamericano de Finanzas.
Pero donde inició su carrera profesional fue en España. Tras estudiar Económicas en la Universidad Autónoma de Madrid, Baltar trabajó en Arthur Andersen y, posteriormente, en el Banco Zaragozano. Allí ocupó diversos puestos de responsabilidad hasta 2001, cuando se trasladó a Perú.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com