El próximo 8 de octubre se estrena en todas las salas españolas la película pro vida Blood Money, el valor de una vida, cinta que ataja el negocio de los que se lucran con el asesinato de inocentes. Se trata de una de las pocas historias que defienden la vida y que ha llegado a nuestro país de la mano de European Dreams Factory, la distribuidora de La Última Cima o Bella.
Pues bien, la Comisión de Evaluación de películas, dependiente del Ministerio de Cultura, ha considerado que Blood Money, el valor de una vida, se verá en los cines bajo la catalogación de mayores de 18 años. Recordemos que ya existía un precedente sobre el asunto de manera inversa, que también protagonizó este Ejecutivo: El Ministerio de González-Sinde consideró que el filme El cónsul de Sodoma podría verse a partir de los 13 años cuando la película desarrolla una triste historia de fuerte contenido sexual y violento.
Naturalmente, se trata de una contradicción más que va en sintonía con la catadura moral de nuestros gobernantes, o lo que es lo mismo: una jovencita puede abortar a los 16 años sin comunicárselo a su familia, pero no puede ver una película que defiende el derecho a nacer.
Quosque tandem abutere, González-Sinde y Guardans, patientia nostra?
José Luis Panero
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