La Historia del siglo XX en Europa no puede entenderse sin Polonia y los hombres, como Juan Pablo II, que la cambiaron. Pues bien, El Primado de Polonia es una biografía en imágenes sobre el cardenal Stefan Wyszynski, de quien el primer Papa polaco de la historia dijo un día después de su nombramiento papal: "No habría ningún Papa polaco (...) si no fuera por tu fe, que no retrocedió ante la prisión y el sufrimiento".  

Volviendo a la película, lo afirma su protagonista, el cardenal polaco Stefan Wyszynski, en un momento dado: “Al mal se le vence con el bien y la verdad”. El biopic de este hombre valiente es todo un recordatorio de los desmanes del comunismo cometidos en Polonia, pocas veces reflejado en el cine, y es que este país fue una tierra de resistencia al opresor y la Historia de Europa no puede entenderse sin analizar lo que ocurrió allí.

Michal Kondrat del que conocíamos filmes como Purgatorio, La divina misericordia y Dos Coronas dirige su mejor película hasta el momento sobre Stefan Wyszynski, cardenal polaco que fue clave durante la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría. Basada en hechos reales, la cinta recuerda su vida desde la conferencia de Yalta (1945) que estableció que Polonia quedase bajo el dominio soviético, lo que se tradujo en una persecución constante de personas que se consideraban anticomunistas, muchas de ellas católicas. Ordenado sacerdote en el año 1924, durante la Segunda Guerra Mundial fue perseguido por los nazis. Cuando estalló el alzamiento de Varsovia, durante la organización de la resistencia, se convirtió en el capellán del hospital de los insurgentes de la Armada Nacional Polaca. Al finalizar la guerra, en 1946, fue ordenado obispo y un año después se le otorgó el título de Primado de Polonia. Más tarde fue ordenado cardenal, a pesar de la persecución religiosa que se sufría en el país. Pero desde entonces, sus duros enfrentamientos con los responsables del gobierno, como Wladyslaw Gomulka, le hicieron ser espiado hasta su muerte (ocurrida en 1981).

La película narra, en algunas ocasiones, de forma emocionante la resilencia del pueblo polaco y en concreto de este cardenal. El papa Juan Pablo II, uno de sus principales colaboradores, aparece en varias secuencias, alguna de ellas simpáticas como cuando llegó a las puertas de la residencia donde vivía Wyszynski vestido de joven montañero y con la sotana en la mochila.

El actor polaco Slawomir Grzymkowski aporta una magnífica presencia a este personaje histórico.

Para: los que quieran conocer más sobre este cardenal y la Historia de Europa y de Polonia.