Tras Sevillanas, Flamenco, Tango y Fado, el veterano director Carlos Saura nos muestra un recorrido por la música, así como los  cantes y bailes más apegados a sus propias  raíces: a Aragón. Como suele ser usual en este tipo de documentales, Saura hace una gran apuesta visual, con una impresionante fotografía, mientras nos ofrece un verdadero ensayo sobre la jota, desde el origen de la palabra (se aventura que pudo ser árabe) hasta las influencias que ha tenido en otras músicas regionales. En este preciosista proyecto ha implicado a todo tipo de personas;  aparece gente de la calle, bailarines y cantantes  locales  pero también reconocidas figuras de la música: como el violinista Ara Malikian (impresionante la jota de Sarasate que interpreta), el guitarrista clásico español Cañizares, la bailaora Sara Baras, el compositor Giovanni Solima o el gaitero Carlos Núñez; además de la música de Alberto Artigas y las coreografías de Miguel Ángel Berna. Todo ello sirve para explorar la fusión y la tradición de la poderosa danza de su tierra. Eso sí, dentro de esta producción mesurada y bella hay una nota discordante: el homenaje al cantautor aragonés José Antonio Labordeta (fallecido en el 2010), a quien nadie negará el predicamento que tenía en su comunidad pero que en esta película se introduce en una pieza inadecuada y totalmente fuera  de contexto. A pesar de ello, se trata de un trabajo que puede servir en el futuro como imprescindible material de consulta sobre la jota puesto que ese itinerario musical muestra la tradición y el posible futuro. Para: Los que les gustaron las anteriores propuestas musicales de Saura Juana Samanes