Uber sube en bolsa este viernes tras haber reducido sus pérdidas un 21,7% y librarse de regular a sus conductores -que seguirán siendo autónomos- en California (EEUU). Sin embargo, sigue sin ser rentable.

La plataforma de servicios de transporte y movilidad ha perdido 4.895 millones de euros en los nueve primeros meses, de los que 919 millones (-6,3%) corresponden al tercer trimestre. En bolsa acumula una revalorización del 163% desde el pasado marzo y cotiza a casi 42 dólares (unos 35 euros), por lo que va acercándose a sus máximos históricos registrados en junio de 2019 (46 dólares, es decir, unos 39 euros).

La cifra de negocio ha descendido un 11,5%, hasta 7.523 millones, por el desplome del transporte de pasajeros (Uber Rides) de un 39,8%, a 3.903 millones. Mientras que el negocio de reparto de comida (Uber Eats) ha disparado sus ingresos un 96% hasta 2.938 millones.

El director ejecutivo de Uber, Dara Khosrowshahi, ha señalado que las perspectivas para el último trimestre de la compañía son positivas gracias a las nuevas políticas aprobadas en California. Y es que sus conductores seguirán siendo autónomos, aunque tendrán unas ventajas sociales: seguro de salud y de accidentes, e ingresos mínimos.