- El secretario general del PSOE, Zapatero-2, conjuga insensatez, grosería y resentimiento.
- Más una buena dosis de ambición y sectarismo.
- Y el dúo Pedro-Pablo componen la pareja de ignorantes más profundas de toda la etapa democrática.
- Rajoy sigue esperando que Sánchez fracase: "Mantengo mi candidatura".
- Pero la izquierda ha olido poder y matará por conseguirlo.
Convendrán conmigo en que los periodistas, tampoco los que siguen la información de Presidencia del Gobierno, somos especialmente de derechas. Pero eso es lo de menos ante el tornado Pedro Sánchez. Esto ocurrió en la sala de prensa de Moncloa, el viernes 22, rozando las 14,00 horas. Tras la rueda de prensa del Consejo de Ministros, dirigida por Soraya Sáenz de Santamaría, los plumillas contemplábamos en TV la rueda de prensa de Pedro Sánchez, a quien el comunista Pablo Iglesias había investido como presidente del Gobierno. Y ahí, como en el debate con Rajoy, el secretario general del PSOE empezó a maltratar a los periodistas porque el chico es muy susceptible y no soporta preguntas poco dóciles. A medida que se multiplicaba los desaires, todos los presentes se volvían hacia la pantalla. Llegado un momento, una periodista no aguanta más y exhala:
-¡Ese tío es un imbécil!
Luego, se vuelve hacia los presentes y se disculpa:
-"Bueno, perdonad.
La verdad es que nadie le reprochó nada.
Y es que el muy probablemente nuevo presidente del gobierno es un Zapatero 2, sólo que un poco peor. Conjuga sin elegancia, de forma mostrenca, insensatez, grosería y resentimiento. Y una ambición sin límites que le lleva a pactar con comunistas, independentistas y radicales de todo signo, más un sectarismo que disfraza de progresismo, que es lo que hemos definido en Hispanidad desde tiempo atrás: abajo los curas y arriba las faldas.
ZP-2 es más engreído que ZP-1 y tan ignorante como él. Pero ZP guardaba las formas, ZP-2 ni eso.
Enfrente, tiene a un Mariano Rajoy ensoberbecido, como todo aquel que vive más de un año en Moncloa, que ha decidido rendirse pero con trampa. "
No renuncio a mi candidatura". Es decir, espera que Pedro Sánchez fracase en su propósito, sin darse cuenta de que le anti-marianismo ha crecido mucho en España.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com