Ulrich "George" Klopfer
La familia de un doctor abortista fallecido en Illinois encontró el jueves pasado más de 2.000 restos de fetos médicamente preservados en la casa del difunto, dijeron las autoridades, recoge Infobae.
El abogado de la familia de Ulrich "George" Klopfer llamó a la Oficina del Forense del Condado de Will esa tarde para informar que habían encontrado lo que parecían restos de fetos, dijo el sheriff del condado en un comunicado. Klopfer, que murió el 3 de septiembre, trabajó durante décadas en la clínica Women's Pavilion en South Blend, Indiana, y en clínicas en Gary y Fort Wayne.
Los investigadores llegaron a la casa de Klopfer y hallaron 2.246 restos de fetos, según el sheriff. Los restos fueron llevados a la oficina del forense.
Los investigadores llegaron a la casa de Klopfer y hallaron 2.246 restos de fetos, según el sheriff. Los restos fueron llevados a la oficina del forense
No existen pruebas que indiquen que el doctor Klopfer practicara los abortos en su casa, y su familia está cooperando con la investigación, informó la oficina del sheriff. Hasta el momento, no se ha facilitado más información.
Klopfer está considerado el médico abortista de Indiana "más prolífico", con decenas de miles de intervenciones realizadas, según el diario local South Bend Tribune. El estado le quitó la licencia médica en 2016, por no ejercer de forma diligente y por violar los requisitos de notificación y documentación, informó el Tribune. La clínica The Women's Pavilion cerró el mismo año.
En Indiana, los restos de fetos deben ser enterrados o incinerados. La republicana Jackie Walorski dijo en un comunicado que consideraría proponer una legislación federal relacionada con el procedimiento adecuado de los restos de un feto tras el aborto. Walorski también llamó a las autoridades estatales y federales a llevar a cabo una investigación completa sobre el caso de Klopfer.
Jeanne Mancini, presidenta de la organización antiaborto "March of Life", dijo que los restos de fetos hallados supuestamente en casa de Klopfer eran un recordatorio de que es "escandaloso" que los activistas pro-aborto y muchos políticos defiendan cada vez menos regulaciones sobre el procedimiento. "Instamos a una investigación exhaustiva de este caso para que se haga justicia, y así el público tome conciencia de lo que realmente sucede dentro de la industria del aborto", dijo Mancini en un comunicado.
En la misma línea, este sábado 14 de septiembre se reunieron personalidades pro-vida en los Estados Unidos para rezar alrededor de las tumbas de los niños abortados para enfatizar que el aborto no es un tema abstracto, sino una tragedia humana concreta, recoge Infocatólica.
Patrocinado por Citizens for a Pro-Life Society, Priests for Life y Pro-Life Action League, el séptimo Día Nacional en memoria de los niños abortados consistió en 195 servicios conmemorativos en todo el país, 52 de los cuales se llevaron a cabo en tumbas que especifican que el feto murió en el seno materno.
«A menudo, el aborto se considera un asunto político o una elección personal, pero el aborto tiene verdaderas víctimas», dijo
«Visitar las tumbas de fetos abortados realmente pone a las batallas legislativas en perspectiva», dijo Eric Scheidler, de la Liga de Acción Pro-Vida, en un comunicado de prensa. «Todas las protestas de un lado y las celebraciones del otro, todos los boicots y las posturas políticas amenazantes; nada de eso parece importar cuando te das cuenta de que las verdaderas víctimas del aborto están enterradas justo debajo de tus pies. Estos fetos nunca nacieron. Nunca aprendieron a caminar. Nunca tuvieron un primer día de escuela. Ni siquiera se les dio un nombre.
«A menudo, el aborto se considera un asunto político o una elección personal, pero el aborto tiene verdaderas víctimas», dijo.
Si bien la mayoría de las víctimas del aborto se descartan como desechos médicos, el sitio web del evento pro-vida explica que «decenas de miles» de fetos abortados han sido recuperados y se les han dado entierros dignos, y las historias de sus recuperaciones «son herramientas poderosas para despertar las conciencias de nuestros conciudadanos».
«Pero aunque un funeral y entierro para un feto abortado puede ser un evento relativamente raro, la oportunidad de visitar los lugares de entierro y recordar cómo llegaron allí esos fetos no tiene que ser rara, de hecho, no debería serlo», agregan. «Los pro-vida deberían visitar estas tumbas, y otros sitios conmemorativos dedicados a los fetos abortados, como parte regular de su testimonio pro-vida. De eso se trata el Día Nacional en memoria de los bebes abortados».