Especialmente al iniciar este miércoles la revisión de los resultados correspondientes al cierre del ejercicio 2020 (1 febrero 2020 a 31 enero 2021) de Inditex, me han venido a la memoria los inicios por los años 60-70 de la actividad de la entonces denominada Zara y su fulgurante crecimiento y conversión en una industria de moda textil de las más importantes en el mundo. Especialmente viendo cómo ha resistido el tremendo embate que ha significado la crisis global del la pandemia del Covid-19, en la que gracias a la reorientación del negocio emprendida en los pasados ejercicios hacia la venta online, ha amortiguado, por lo menos de momento, una caída en sus resultados, que para alguna compañía de la competencia, como la sueca H&M, ha supuesto un 90,8% menos en el beneficio neto respecto a 2019.

Hecha esta introducción, vamos a por las cifras del grupo que tiene como presidente ejecutivo a Pablo Isla. El beneficio neto obtenido al final del ejercicio ha sido de 1.106 millones de euros (M€) frente a los 3.639M€ del ejercicio 2019, en total un -69,6% interanual. Destacar que las ventas de 20.402M€ suponen un descenso en el ejercicio del 27,9%, en un entorno con una diversificación geográfica, donde el 63% de las ventas corresponden a Europa (15% a España), un 14% lo son de América y el 23% de Asia y resto del mundo. También se ha puesto a prueba la flexibilidad del modelo de negocio global, con la integración total de tiendas y online y la implantación al 100% del inventario único, que ha contribuido a la venta online con 1.156M€. La modalidad de venta online ha alcanzado en el ejercicio los 6.612M€, lo que supone el 32,4% del total de ventas, mitigando en parte los cierres y restricciones, que han afectado a las tiendas físicas y han reducido las horas de ventas en un 25,5%.

La venta 'online' online ha alcanzado los 6.612M€, lo que supone el 32,4% del total, mitigando en parte los cierres y restricciones, que han afectado a las tiendas físicas y han reducido las horas de ventas en un 25,5%

Los costes de ventas, gracias a una capacidad ya probada de gestión de stocks, se redujeron en un 27,8%, siendo 9.013M€ para el ejercicio, y han dejado un margen bruto de 11.390M€. Este último significa un 55,83 en términos porcentuales, tan solo un 0,5% inferior al obtenido el pasado ejercicio, y parece demostrar que incluso en un entorno tan complicado el modelo de ventas funciona.

Inditex ha emprendido hace tiempo una profunda reducción de costes, que por la evidente necesidad se ha acelerado en este ejercicio, así a 31 de enero mantiene abiertas 640 tiendas menos que en el pasado ejercicio, ha procedido a la absorción de 751 y a la apertura de 20 nuevas. Los compromisos con la plantilla son su recolocación en los nuevos espacios. Esta reestructuración prevista antes de la pandemia y los ajustes realizados por este motivo, han reducido los gastos de explotación, que sido de 6.807M€, en un 16,4% (1.369M€), pese a los 394M€ de gastos extraordinarios con motivo del Covid-19, lo que ha evitado una mayor bajada del Ebitda, que ha cerrado en 4.552M€, (-3.046M€), un 40,0% inferior al ejercicio anterior, por lo que el margen Ebitda se la dejado en este ejercicio un 4,6% respecto a 2019.

El epígrafe de amortizaciones y depreciaciones contempla deterioros por inventarios, evidentemente los cierres y limitaciones horarias de ventas han tenido consecuencias en un negocio en el que la temporalidad es muy importante. Así este epígrafe crece en 219M€ (+7,7%) y el resultado de explotación (Ebit) pierde ya 3.265M€ respecto a 2019, con un margen de Ebit del 7,4%, frente al 16,9% de 2019.

La reducción de costes se ha acelerado: a 31 de enero mantiene abiertas 640 tiendas menos que en el pasado ejercicio, con recolocación de la plantilla. Así, los gastos de explotación bajan un 16,4%, pese a a los 394M€ de gastos extraordinarios con motivo del Covid-19

Como no hay mal que por bien no venga y a pesar de que la compañía considera que la reducción de inventarios es debida a la integración de los negocios de tiendas y online, digo yo que algo también habrá influido la reducción en 108M€ de las existencias. La posición en caja se sitúa en 7.398M€, superior en 2.618M€ al pasado ejercicio, pero las inversiones financieras, probablemente por las inversiones que está realizando en su programa de digitalización e integración comercial, se han visto reducidas en 3.143M€. Como ya es habitual, la deuda financiera de 14M€ (38M€ en 2019) no es representativa en los 7.560M€ de posición financiera, que es 500M€ inferior a la de 2019, y el efectivo al cierre, que es de 7.398M€ frente a los 4.780M€ de 2019 con 1.651M€ menos de dividendos pagados y 3.883M€ menos de actividades de explotación, algo significativo del desarrollo del ejercicio. Además, ha apostado fuerte por el empleo: ha mantenido su plantilla fija de 36.600 personas en España en el ejercicio del Covid y ya ha empezado a contratar refuerzos temporales

Y para 2021, año de continuación de incertidumbres ya que arrancamos con bastantes limitaciones a la actividad, Inditex sigue confiando en su nueva visión del negocio de aprovechar las sinergias de su plan de digitalización, que se verá completado en este ejercicio con inversiones de 1.000M€ previstas en el periodo 2020-2022. Y para el accionista un dividendo 0,70€ por acción de los que 0,30€ se pagarán en el 2022.