- Prevé un aumento del PIB del 2,4% en 2018 y del 2,1% tanto en 2019 como en 2020.
- Así que con esas previsiones no da para subir el SMI, tal y como el pasado martes pactó el Gobierno con lo sindicatos, que exigía un crecimiento del PIB del 2,5%.
- Por otra parte, el regulador calcula que la economía española creció un 0,8% en el último trimestre de este año, el mismo crecimiento que en el tercer trimestre.
- Ello, gracias a la fortaleza del mercado exterior, que sirvió para contrarrestar los efectos adversos de la incertidumbre en Cataluña.
El Banco de España ha publicado su último informe trimestral del año sobre la economía española.
En cuanto a las perspectivas a medio plazo, el
Banco de España espera "una continuación de la fase expansiva, favorecida por los sustanciales avances observados en el proceso de reconducción de los desequilibrios de la economía". No obstante, considerara que la expansión perderá intensidad los próximos años debido a una política fiscal más neutral y el efecto moderado de la relajación de la política monetaria sobre las condiciones de financiación de los agentes. Así,
prevé un aumento del PIB del 2,4% en 2018 y del 2,1% tanto en 2019 como en 2020.
Pero el pasado martes, el presidente del Gobierno,
Mariano Rajoy, firmó con los agentes sociales un acuerdo para el aumento del salario mínimo interprofesional (SMI) por el que se subirá un 4% en 2018, hasta los 736 euros mensuales, un 5% en 2019, hasta los 773 euros, y un 10% en 2020, para situarse en los 850 euros al mes.
Tras la firma, Rajoy apuntó que estas subidas estarán condicionadas a que se registre cada año un
crecimiento del PIB real superior al 2,5% y un aumento de la
afiliación media superior a las 450.000 personas, y señaló que se trata de un acuerdo que requiere "el consenso de todos, también de otras fuerzas políticas" que confió en que "sabrán estar a la altura".
Así que
las previsiones del Banco de España no dan para subir el SMI…
Por otra parte, el organismo regulador calcula que la
economía española creció un 0,8% en el último trimestre de este año, el mismo crecimiento que en el tercer trimestre gracias a la fortaleza del mercado exterior, que sirvió para contrarrestar los efectos adversos de la
incertidumbre en Cataluña.
Y es que, según su último informe trimestral, la estabilidad en el ritmo de crecimiento es consecuencia de "dos fuerzas que operan en sentidos opuestos".
"El
fortalecimiento de los mercados de exportación habría contrarrestado los efectos adversos derivados del aumento de la incertidumbre por la situación política en Cataluña, que, de acuerdo con la información disponible -relativamente escasa- se habrían concentrado especialmente en esa comunidad autónoma", como reflejan las cifras del turismo, el comercio o la vivienda. El supervisor avisa en su informe, además, de que si rebrota la tensión política por el desafío independentista, el impacto puede ser todavía mayor.
"La información coyuntural acerca de la actividad económica relativa al trimestre en curso en el conjunto de España y en las distintas comunidades autónomas es todavía incompleta, pero comprende ya un conjunto de indicadores relevante, en particular para los meses de octubre y, en menor medida, noviembre. De acuerdo con esta información,
la actividad económica se habría desacelerado en el último tramo del año en Cataluña en mayor medida que en la media de las comunidades consideradas. Esta
ralentización se debería, en particular, al peor comportamiento de los indicadores de empleo, turismo y mercado de la vivienda, entre otros, en esta comunidad autónoma", avisa el supervisor.
En este sentido, el impacto se habría percibido en los componentes del gasto privado interno y en las exportaciones turísticas (la demanda nacional aportaría 0,6 puntos, frente al 0,8% del tercer trimestre). "Por otro lado, desde la vertiente de la oferta, los indicadores, tanto cualitativos como cuantitativos, referidos a la industria manufacturera han mostrado una trayectoria más favorable que los relativos a los servicios, lo que resulta coherente con un mejor comportamiento del componente externo de la demanda frente al interno", añade.
El organismo regulador asegura que el consumo privado como la inversión en bienes de equipo habrían reducido sus ritmos de avance en los últimos meses del año, mientras que, por el contrario, la información de alta frecuencia disponible apunta a un posible fortalecimiento de la inversión en construcción. "Los datos referidos al comercio de bienes apuntan a que la contribución de la demanda exterior neta al crecimiento del PIB habría sido positiva", explica.
Respecto al
empleo, el informe augura un aumento del 3,2% entre octubre y diciembre, tres décimas más del incremento marcado en el segundo y en el tercer trimestre.
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com