Yanis Varoufakis y Jane y Bernie Sanders
Lo cuenta El País, como no podía ser de otra manera. Se ha constituido la Internacional Progresista (a partir de ahora IP, en dura competencia con la direcciones de Internet), que así se llama, compuesta, como aseguran sus propios lanzadores, por intelectuales y políticos.
Y en efecto, son intelectuales orgánicos -o sea que les gusta estar a sueldo del sector público- y políticos fracasados… pero que continúan viviendo de los réditos del sector público. Una de sus cabezas visibles es el griego Yanis Varoufakis, aquel amigo de los pobres que se hiciera famoso durante la discusión del rescate griego. Varoufakis es un alma gemela de Pablo Iglesias Turrión –con perdón-: ambos se desvelan por los pobres y viven como los ricos. Ambos poseen casoplón, el uno con piscina en Galapagar, el otro a la sombra del Partenón. Pero sus desvelos, no lo duden, son los pobres y los huérfanos de la capital… como creo haber dicho antes.
Rojos quedan pocos: casi todos ellos se han convertido en progres. Así que tenían que forjar su propia internacional: la IP
A ver si nos entendemos: rojos quedan pocos en el mundo. Casi todos ellos se han convertido en progres. Así que tenían que forjar su propia internacional: la Internacional Progresista (IP).
Se trata de políticos europeos fracasados agrupados en torno a DiEM25 (asilo de antiguos gallos, y ‘gallas’, convertido ahora en corral de modernos pollos) y progres gringos emergentes. Su autodefinición ideológica no se pueden ni imaginar: feministas, ecologistas, diversos (partidarios de la diversidad) sostenibilidad, igualdad, diversidad y, naturalmente, nada de comunistas: demócratas de toda la vida.
Hablo del Sanders Institute, creado por la señora de Bernie Sanders, Jane. Sanders, al que el Partido Demócrata ha vuelto a engañar, una especie de abuelo podemita norteamericano, cada día más progre y cada día menos rojo. Para entendernos, es la clase política cuyo alimento cultura es Netflix y HBO.
¿Y cuáles serán los principios reales de la Internacional Progresista (IP)? Pues los de siempre: abajo los curas y arriba las faldas. La iglesia, porque representa a los que creen en algo y el progre sólo cree que en la prohibición de creer en nada.
Nada que tenga organigrama es temible. Ningún hombre es capaz de coordinar la atmósfera cultural imperante: tendrás que buscar al timonel fuera de este mundo
Luego la liberación sexual, arriba la faldas, que ha acabado donde debía: sexo sin procreación y procreación sin sexo: un tedio cósmico que da razón del porqué la característica del siglo XXI es la melancolía.
Y ahora pueden añadir un tercer elemento definitorio del progresismo, introducido por el rojerío moribundo recogido por los progres -¿acaso Pedro Sánchez no se define como un progresista?-: meter la mano en el bolsillo de la gente una vez conseguido el poder político. Ejemplos: subir impuestos, controlar y/o nacionalizar grandes empresas, ataques más o menos directos a la propiedad privada en nombre del interés general, etc. O sea, Podemos en estado puro, pero ahora ampliado al socialismo sanchista por el propio ‘Sanchinflas’.
Eso sí, no se llamen a engaño. Sin el apoyo del Nuevo Orden Mundial (NOM) la Internacional Progresista no llegará a ningún sitio y mucho menos a la creación de su gran sueño -nuestra gran pesadilla-: un Gobierno mundial progre. Pero tampoco les desprecien: recuerden que al NOM le encanta poseer muchos tentáculos.
Y la pregunta no debe ser ‘¿quién está detrás del NOM?’, porque nada que tenga organigrama es temible. Lo temible es que el NOM representa, antes que nada, lo políticamente correcto, el pensamiento único. Pueden llamarlo nueva masonería cristófoba y, sin duda, en parte habrán acertado. Pero lo temible es que no se trata de una conspiración sino de una institución con función pero sin órgano: la función que impone la atmósfera dominante en este momento. Y cuando hay función el órgano nace por sí sólo en cuestión de días.
Esto es: el NOM es un poder verdaderamente maléfico y venenoso. Si quiere buscar al capitán único de ese poder no lo busquen en este mundo. Ningún hombre es capaz de coordinar la atmósfera cultural imperante: lo que cada cual puede aceptar y lo que debe rechazar. Recuerden que no hablamos de convicciones sino de convenciones. Para las portadas de los periódicos tendrán ustedes que conformarse con Varoufakis. No hay otra cosa a mano. Para forjar un Gobierno mundial, la verdad es que no da… pero no desprecien a quien, con el viento de popa, en el lugar adecuado, en el momento adecuado es presto a ser… adecuadamente utilizado.