La quiebra del segundo del grupo británico Thomas Cook golpea la industria turística española, su principal cliente
Las acciones de la aerolínea Latam se disparaban al cierre de Wall Street y remataban así una importante jornada tras el anuncio de que Delta, el gigante norteamericano y el mayor del mundo en términos de capitalización bursátil, pasaba a controlar el 20% de la compañía hispanoamericana con sede en Chile por 1.900 millones de dólares, algo más de 1.700 millones de euros.
Era el remate, en este caso feliz para los accionistas de Latam, de una semana complicada para el sector aéreo, y para el turístico por supuesto, porque a la quiebra de Thomas Cook, que ha golpeado con fuerza, había que sumar las últimas noticias del grupo IAG que lanzaba un aviso sobre la ralentización del mercado aéreo y también de la demanda. En un comunicado enviado por la aerolínea, propietaria de Iberia, British Airways, Vueling, Air Lingus y Level, a los mercados dibujaba un escenario lleno de nubarrones y una prevision de castigo a sus resultados, que serán 215 millones de euros inferiores a los del 2018, cuando se situaron en 3.485 millones. Es decir, un profit warning en toda regla que tanto asusta a la Bolsa y que ha penalizado los títulos del grupo, los más castigados del Ibex con recortes que rondaban el 3%, el mismo día que se difundió la noticia.
Esta ha sido una semana complicada para el sector aéreo y para el turístico también porque a la quiebra de Thomas Cook hay que sumar las últimas noticias del grupo IAG
La huelga de pilotos de British Airways, la primera desde 1979, y, en menor proporción, la posible afectación en la demanda de los efectos de la huelga del handling de Iberia en Vueling y otro conflicto laboral en el aeropuerto de Heathrow, pasan factura a la compañía que lleva meses pendiente, además, de cómo se resolverá el Brexít, un riesgo para la demanda de viajes en sus aerolíneas del bajo coste al que se une la incertidumbre en las perspectiva económicas del Reino Unido
Ya se sabe que el turismo es uno de los sectores donde más va a afectar el deterioro de la economía, y que en periodos de vacas flacas , los consumidores recortan su presupuesto para viajes y ocio, fundamentalmente. Si a esto le unes que los dos principales países exportadores de turistas son Alemania y Reino Unido, es comprensible que las aerolíneas estén preocupadas y el sector en general también.
A todo esto hay que unir el hundimiento del coloso Cook, que deja tocado, muy tocado al sector. Pero no debemos perder de vista que IAG es uno de los firmes candidatos, según Credit Suisse, junto Wizz Air y Ryanair, para ocupar los huecos que deja la aerolínea del turoperador cuya desaparición no tiene parangón en el sector turístico. Por la relevancia de su marca, con 178 de historia, por su tamaño y porque apenas tiene con quien compararse. Por esa razón, y con respecto al nicho de su mercado, todas las miradas están puestas en TUI, el mayor grupo turístico del Viejo Continente como su más firme sustituto.
Exceltur, la gran patronal turística, reclama a Aena que "dé el do de pecho" y baje las tasas aeroportuarias como mínimo un 50 %
La caida de Thomas Cook tiene como gran damnificada, aquí en España y a corto plazo, a Canarias. El colapso de la compañía coincide con el arranque de la temporada alta en el archipiélago lo que deja a las islas sin apenas margen de reacción, en contraste con otros destinos como Baleares, donde los hoteleros tendrán varios meses para buscar alternativas para llenar sus establecimientos aunque eso sí, el ejecutivo balear estima que se perderán 25.000 turistas en octubre.
Estamos ante una sacudida sin precedentes en el sector turístico español y de las fuertes, cuyos efectos, los más graves, están por llegar, aseguran los expertos. El presidente de la Confederación Española de Agencias de Viajes, Rafael Gallego, comparaba la crisis de Thomas Cook “con la caída de Lehman Brothers” y señalaba que la principal preocupación, es “garantizar la conectividad de los destinos” con la vista puesta en Ryanair que va a cerrar su base de Canarias porque son "deficitarias" durante el invierno, una decisión que la propia compañía calificó como "irreversible".
El sector turístico tiene un peso en la economía española del 15% del PIB, tres veces más que el de la automoción, y es el segundo que más contribuye al empleo
El sector pide la colaboración del Gobierno para hacer cambiar de opinión a la aerolínea sobre todo ahora que Cook van a dejar un hueco que es necesario cubrir. Es más el sector habla incluso de aplicar una estrategia de salvamento que pasa por una generosa rebaja de los costes operativos para las aerolíneas de manera que la conectividad a las islas no se vea mermada. Es decir, que el sector, concretamente Exceltur, la gran patronal turística, reclama a Aena que "dé el do de pecho" y baje las tasas aeroportuarias como mínimo un 50%. Una tasas aeroportuarias que están reguladas por lo que margen para bajarlas es estrecho porque además Aena ya aplicó una rebaja, pequeña eso sí, del 1,17% para 2020. Su presidente, Maurici Lucena, señalaba esta misma semana al respecto que hay líneas aéreas interesadas en cubrir los vacíos que deja el turoperador y apuntaba que “lo normal es que el vacío en el mercado se reabsorba”.
Así que estamos ante la tormenta perfecta que ha puesto en alerta al sector turístico cuyo peso en la economía española es del 15% del PIB, tres veces más que el de la automoción, y el segundo que más contribuye al empleo, sólo superado por el comercio.