- Una amenaza en toda regla.
- Como no os portéis bien y se os ocurra condenar a alguno de nuestros 'defraudadores'...
- García-Margallo quita hierro al asunto: "El embajador es un señor leído y sabe lo que es la separación de poderes". Precisamente por eso, cuidado.
- Y Pekín asegura, cuando acaba de empezar la investigación, que son inocentes.
La detención de los cinco banqueros del
ICBC -en la mañana del viernes se les ha unido el subdirector de la entidad en Europa porque fue el primer directivo en España- ha supuesto un duro golpe para la reputación, no sólo del
ICBC, sino de todo el Gobierno chino. Claro que no sabemos hasta qué punto esto les preocupa o no.
Lo que sí sabemos es que, de entrada, les ha molestado y mucho. El
ICBC es un banco público -el más grande del mundo-, propiedad del Estado chino, es decir, del Gobierno. Y si los responsables de la entidad en España -nombrados por el Gobierno chino- lo utilizaban para blanquear dinero, eludían impuestos y no pagaban a la Seguridad Social... Hasta el momento, todo es presunto, pero qué quieren que les diga: la cosa no tiene buena pinta.
Así las cosas, el Gobierno chino, por medio de su embajador en España,
Lyu Fan (
en la imagen), acostumbrado a ostentar y ejercer todos los poderes juntos y de manera discrecional –lo típico en un régimen comunista, dicho sea de paso- ha amenazado al Ejecutivo español. Como si la investigación, el registro y la posterior detención de los seis 'magníficos' hubiera sido obra de
Rajoy y sus ministros, todos en funciones.
No, señor
Fan, en nuestro país todavía rige la separación de poderes. Pero a estos asiáticos les da igual. Amenazan igualmente. Como no os portéis bien y se os ocurra condenar a alguno de nuestros defraudadores (presuntos)... Evidentemente, la diplomacia es mucho más sutil y se limita a exigir explicaciones y a presionar con múltiples visitas de miembros de la embajada al Ministerio de Exteriores.
Precisamente,
José Manuel García-Margallo ha señalado este viernes, en una entrevista en Onda Cero, que ayer jueves recibió al embajador
Fan, quien quería "estar seguro de que los detenidos iban a tener derecho a la protección consular, cosa que está garantizada". Márgalo ha aclarado que "el embajador es un señor leído y sabe lo que es la separación de poderes". Claro que lo sabe, y perfectamente. Por eso mismo amenaza al Gobierno español.
Y a todo esto,
desde Pekín aseguran por activa y por pasiva que los detenidos son inocentes, aunque lo cierto es que la investigación no ha hecho más que empezar. Pero sí, hasta que no haya sentencia firme sólo son presuntos. En cualquier caso, esperemos que el Gobierno español en funciones sepa gestionar este caso, amenazas incluidas.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com