Iberdrola negocia con el generador inglés Drax el traspaso de activos de su filial Scottish Power. Se trata de “contactos preliminares”, según la británica, aunque el presidente de la eléctrica, Sánchez Galán, ya anunció su intención de vender los 2.000 MW que tiene en centrales de ciclo combinado (gas natural) país para ingresar entre 1.500 millones y 2.000 millones de euros, una meta difícil. En bolsa, la eléctrica cae más de un 0,5%.

Esos activos suponen el grueso del plan de rotación de activos, por valor de 3.000 millones, incluido en el plan estratégico 2018-2022, anunciado en febrero. La negociación, según el comunicado Drax (en documento adjunto), incluye además de ciclo combinado de gas (1.967 Mw) o hidroeléctrica (400 Mw), no así activos renovables, la apuesta de la española, o redes de transporte y distribución.

Las negociaciones, en fase preliminar, no incluyen redes ni energías renovables

Hace dos años, Scottish Power cerró la central térmica de carbón británica Longannet (Escocia), de 600 MW, lo que redujo al 2% generación por esa vía y que quiere dejar a atrás. Las dos únicas plantas que mantiene están en España, las de Lada (Asturias) y Velilla (Palencia), con una potencia instalada de 874 MW.

Iberdrola, que quiere salir de negocios liberalizados para centrarse en negocios regulados, destinaría los ingresos por las ventas en Reino Unido, de concretarse, a financiar otros proyectos, para elevar el Ebitda a 1.600 millones en 2022, y aliviar el peso de la deuda. El problema, en cualquier caso, es el precio, y poco se puede decir de momento en ese sentido.