Guo Ping quiere reconciliarse con EEUU, pero dejando claro que Huawei no es culpable de espionaje
El año 2018 pasará a la historia de Huawei como el de la guerra comercial con EEUU y las reticencias de algunos países de la Unión Europea -Alemania, por ejemplo- respecto a las acusaciones de espionaje vertidas contra la compañía. Unas acusaciones que, sin embargo, no han impedido un crecimiento del beneficio del 25%, hasta los 59.345 millones de yuanes (en euros, 7.863 millones).
Eso sí, el negocio de redes ha dejado de ser, por primera vez, el que más aporta al resultado y se mantuvo prácticamente igual al obtenido en 2017, con unos ingresos de 294.000 millones de yuanes (en euros, 38.000 millones). Su lugar lo ha ocupado la venta de móviles, que aumentó un 45,1%, hasta los 348.900 millones de yuanes (45.900 millones de euros). El mercado chino fue clave en este crecimiento.
Como no podía ser de otra manera, el presidente rotatorio de la multinacional, Guo Ping, aprovechó la presentación de resultados para lanzar varios dardos a EEUU, a quien acusó de tener una “actitud perdedora porque no pueden competir con Huawei”. Pero no fueron solo reproches. Ping también buscó la reconciliación: “No hay razones para que EEUU ponga sanciones contra Huawei y estamos dispuestos a coordinarnos con sus investigaciones”, señaló, para luego aclarar: ningún producto de la compañía tiene “puertas traseras”.