Los taxis en pie de guerra.
Fracasó la reunión entre los representantes de los taxistas y el Gobierno Sánchez. Los taxistas amenazan con paralizar las ciudades y los centros de logística, como puertos y aeropuertos.
A medida que les ponen la vida más difícil a los ciudadanos, los taxistas empiezan a perder un apoyo popular que tuvieron en un primer momento. Encima, los actos de violencia de más de un energúmeno solo llevan a apoyar a la comptencia, UBER o Cabify.
La huelga de taxis ya se ha extendido a las principales ciudades españolas, y los trabajadores del sector mantienen el pulso en la calle, con el fin de que se limiten las licencias VTC. Han asegurado que, en caso de que el Gobierno no atienda sus peticiones, recrudecerán la protesta. Pues en eso estamos.
En Madrid, por ejemplo, cientos de taxistas han ocupado ocho de los diez carriles del Paseo de la Castellana (cuatro por sentido) para protestar ante el Ministerio de Fomento, dejando solo un carril por sentido para la circulación de los vehículos de emergencias y el tráfico habitual. La protesta de los taxistas ha provocado cortes de tráfico en el eje de la Castellana, según informa el Centro de Gestión de la Movilidad del Ayuntamiento.
La violencia de algunos taxistas energúmenos provocan que la gente les retire su apoyo
El sector planteará cuatro reivindicaciones principales, la primera de ellas "la transferencia de competencias a las comunidades autónomas para que el equilibrio que determina el Tribunal Supremo en la sentencia de junio de 2018, sobre la proporcionalidad 1/30, se cumpla en todas las comunidades", según un comunicado difundido anoche por Elite Taxi, recoge El País.
No obstante, Fedetaxi aclara que en esa transferencia se "marque expresamente el contenido básico de las licencias autonómicas o urbanas a implantar", para todo el ámbito nacional, para que no se transforme el problema actual estatal en 17 problemas autonómicos.
Los taxistas también pedirán "cambios normativos en la ley el reglamento de transportes". Asimísmo, reclamaran un compromiso "para no poner en funcionamiento nuevas autorizaciones VTC en las diferentes comunidades autónomas hasta que se reúna la Conferencia Nacional del Transporte". Por último, solicitarán la puesta en marcha inmediata de la web de registro y control de VTC aprobada el pasado mes de diciembre de 2017.
Lo que está claro es que a finales de junio y en un país turísico como España, la paralización de tantas ciudades hace daño al turismo y no beneficia a la marca España.