El Nuevo Orden Mundial (NOM) ha aprovechado el Covid para ‘resetear’ el universo. Bueno, más bien para resetear a la humanidad y a la fuerza, dado que, acerca del universo, el NOM mantiene pocas competencias.

Una mentira más de los chicos de Davos, esos sesudos economistas que nunca han logrado entender el porqué del hambre en el mundo. Ellos están acostumbrados a que, cuando azuza la gazuza, tocan la campanilla y el servicio acude de inmediato.

Por cierto, tras la polvareda armada por los chicos del Nuevo Orden Mundial (ahora en versión Davos) ha surgido, raudo y veloz, el censor -perdón, verificador- de George Soros en España, Maldita.es, naturalmente en defensa de Davos y contra los conspiranoides, esa mala gente que pretenden maniobras orquestales en la oscuridad. La verdad es que los conspiranoides lo único que ‘hemos’ visto es un libro, y un vídeo, publicados por el propio Davos.

Pues bien, el gran reinicio o gran reseteo, y en concreto ese famoso vídeo promocional de Davos para una nueva humanidad, ¡oh sí!, resulta un sermón progre que nos explica cómo debemos vivir y, sobretodo, que de totalitarismo infernal hablamos, qué es lo que no podemos hacer.

División del trabajo: Dios crea, el hombre recrea y Satán se dedica a pervertir lo creado y lo recreado... en esta etapa fin de ciclo

Ahora bien, lo que Davos, desde el capitalismo financista más agresivo, pretende, no es otra cosa que un mundo sin Cristo. Y a eso le llama resetear.

Volvamos a la creación: Davos se quita la careta, dado que el actual reinicio no es otra cosa que recreación. Para entendernos, el único que crea es Dios, que saca las cosas de la nada, luego viene el hombre, que no puede crear, pero sí “recrear”, la obra del Creador. Por ejemplo, en eso que hemos llamado arte, tendencia irreprimible del hombre que se siente impelido -bien impelido- a imitar a Dios.

Y luego están los espíritus malignos, que ni crean ni recrean, pero se sienten llamados a esa extraña forma de recreación que conocemos como perversión. La obsesión de Satán es imitar, incluso repetir, al Único, de hecho, ser el Único. Es un tipo frustrado.

Pues bien, el reseteo global de ese inmenso capullazo, fundador del Club de Davos y ‘ceo’ del NOM, Klaus Schwab (su libro se denomina “El gran reinicio”), no pretende otra cosa que el gran reinicio… de la soberbia humana. Seréis como dioses, dijo alguien que convenció a Adán y Eva, cuando aquel desagradable incidente de la manzana. Ahora, en 2021, vuelve a pronunciarse pero con una mayor facilidad: se dirige a un público previamente convencido.