• Ahora resulta que el grueso de las inversiones en España será en renovables, donde aseguró que el Gobierno les había llevado a la ruina.
  • Qué más da, si a fin de cuentas, Endesa está en venta.
  • Al mismo tiempo, prosigue la operación acordeón bursátil: primero segrega EGP y luego la vuelve a juntar.
  • Y encima, líos en la enajenada Enersis: los italianos pretenden tomarle el pelo a los chilenos y éstos no se dejan.
El pasado 10 de junio, Endesa celebró su día del inversor en el que expuso las líneas maestras del plan de negocio 2015-2019. La eléctrica que preside Borja Prado aseguró entonces que iba a invertir 4.400 millones de euros durante ese periodo (47% en distribución, 33% en generación, 10% en comercialización y 10% en Portugal). No se emocionen, se trataba de amortizaciones y de inversiones de mantenimiento. No de inversiones productivas. En cualquier caso, estamos hablando de unas cifras que ya veremos si finalmente se cumplen. Según ha anunciado este miércoles la italiana Enel, durante la presentación de su plan estratégico 2016-2019, la inversión en España y Portugal será de 2.040 millones de euros. Pero cuidado, porque estamos hablando de la inversión destinada únicamente al crecimiento de la compañía. Supone un aumento respecto a los 1.716 millones que los italianos aseguraron en un primer momento. De esos 2.040 millones, el grueso se lo llevarán las renovables, cuya inversión aumentará un 30% -se llevará el 53% del total de las inversiones- y las redes, cuyo aumento será del 29% -se llevarán el 34% del total-. En el lado opuesto, la inversión en generación tradicional, que desciende un 36% y sólo representará el 9% del total de las inversiones en nuestro país. Total: que ahora Enel va a echar el resto en renovables, justo donde decían que el Gobierno español les había arruinado. Curioso. Por cierto, durante la presentación del plan, el consejero delegado de Enel, Francesco Starace (en la imagen), ha señalado que, tras la integración de Enel Green Power (EGP), el grupo estudiará la venta del 60% de su filial española de renovables a Endesa, que ahora posee el otro 40%. Qué quieren que les diga. Suena a otro movimiento de los italianos para exprimir -más aún, si cabe- a Endesa. Pero qué más da todo esto, si a fin de cuentas, la eléctrica española está en venta. Y con Endesa, el resto de Enel, excepto, claro está, el negocio en Italia. Serán los nuevos dueños de Endesa los que tengan que hacerse cargo de las inversiones comprometidas. Y es que, como adelantó Hispanidad, Starace y compañía colocarán la filial española después de las elecciones del 20 de diciembre y, a ser posible, antes de la formación del nuevo Gobierno. El Ceo del grupo ya tiene varias ofertas encima de la mesa. La mejor posicionada, la de CVC, aunque en Roma aseguran que no es el único fondo interesado en la eléctrica. Mientras tanto, prosigue la operación acordeón bursátil con EGP. Primero, la segrega del grupo para sacarla a bolsa, lo que le reportó dinero fresco, contante y sonante. Ahora, cinco años después, los italianos han decidido que es hora de volverla a juntar, previo pago de 3.245 millones de euros. Así, aseguran que lograrán reducir los gastos en unos 1.000 millones de euros y ahorrar otros 800 destinados a mantenimiento. Fruto de todo este plan, el ebitda será de 7.200 millones, frente a los 6.700 estimados en un principio. Por cierto, los bancos que han asesorado a Enel en la compra del 30% de EGP han sido Credit Suisse, JP Morgan, EGP de Barclays y Mediobanca. Sí, el banco italiano del que Borja Prado ha sido presidente en España y Portugal hasta que en 2014 fue nombrado Chairman of Global Coverage. A todo esto, no podemos olvidar los líos del grupo en Chile a cuenta de la reestructuración de Enersis. Efectivamente, los italianos están intentando tomar el pelo a los chilenos y éstos no se dejan. El caso es que Enel quiere separar los negocios de generación y distribución, siguiendo la máxima del 'buen' especulador: las partes valen más que el todo. ¿El problema? Que en el accionariado de Enersis están las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) y, claro está, con las pensiones no se juega. Tampoco en Chile. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com