El Papa Francisco
El Papa Francisco ofreció su habitual rueda de prensa durante el vuelo de regreso a Roma desde Bulgaria y Macedonia, países donde ha realizado una visita oficial.
El Santo Padre se refirió al fallecimiento de Jean Vanier, fundador de El Arca y de Fe y Luz, movimientos católicos que atienden a personas con discapacidad intelectual: “Hace una semana lo he llamado por teléfono. Él me ha escuchado, pero apenas podía hablar. Le quise expresar mi gratitud por este testimonio. Un hombre que ha sabido leer la existencia cristiana, del misterio de la muerte, de la cruz, de la enfermedad, del misterio de aquellos que son despreciados y descartados en el mundo. Ha trabajado no solo para los últimos, sino también para aquellos que antes de nacer tenían la posibilidad de ser condenados a muerte. Ha apagado su vida así. Simplemente gracias a él y gracias a Dios por habernos dado este hombre con un gran testimonio”.
También aludió al trabajo de la comisión para las mujeres diaconisas: “Sobre el diaconado femenino, hay un modo de concebirlo no con la misma visión del diaconado masculino. Por ejemplo, las fórmulas de ordenación diaconal encontradas hasta ahora, según la comisión, no son las mismas para la ordenación del diácono masculino y se parecen más a la que hoy sería la bendición abacial de una abadesa. Este es el resultado de algunos de ellos, yo estoy hablando un poco de oídas, lo que recuerdo. Otros dicen “no, esto es una fórmula diaconal”, pero debaten. No es claro. Había diaconisas al inicio, ¿pero era ordenación sacramental o no? Y eso se discute y no se ve claro”. (…) “o fundamental es que no hay certeza de que fuese una ordenación con la misma forma y la misma finalidad de la ordenación masculina. Algunos dicen que hay duda. Sigamos adelante a estudiar. No tengo miedo al estudio, pero hasta este momento no va”.
El Papa Francisco añadió sobre el viaje: “¿En qué cosas he encontrado más consuelo y me ha tocado profundamente del viaje. Dos experiencias límite. La experiencia con los pobres hoy aquí en Macedonia, en el memorial de la Madre Teresa. Había muchos pobres y se veía la dulzura de esas hermanas. Curaban a los pobres sin paternalismo, como si fueran sus hijos. Una dulzura, también la capacidad de acariciar a los pobres, la ternura de estas hermanas”.
“Y luego otra experiencia, también diré límite. Hubo la Primera Comunión en Bulgaria. Es cierto, me emocioné porque la memoria se fue al 8 de octubre de 1944, a mi Primera Comunión cuando entrábamos cantando “Oh santo altar custodiado por los ángeles”, un canto bello que seguramente alguno de ustedes recuerda. He visto a esos niños que se abren a la vida con una decisión sacramental. La Iglesia custodia a los niños, son un límite, deben crecer, son promesa. Y lo he vivido muy fuertemente. He sentido en ese momento que esos 249 niños eran el futuro de la Iglesia, eran el futuro de Bulgaria”, concluyó el Pontífice.
La Iglesia custodia a los niños, son un límite, deben crecer, son promesa. Y lo he vivido muy fuertemente. He sentido en ese momento que esos 249 niños eran el futuro de la Iglesia, eran el futuro de Bulgaria"
El texto completo de la rueda de prensa, lo recoge la revista Ecclesia digital.