Otro Consejo Europeo vacuo. Los presidentes de la decadente Europa parece que necesitan repetirse de continuo sus principios con el fin de no olvidarlos.

Pedro Sánchez aparece en escena con una sonrisa eléctrica. Iván Redondo debería decirle que su actitud prepotente le sale mucho mejor que la actitud sonriente, que acaba en sonrisa eléctrica, en mueca indomable.

El Consejo Europeo ha servido para que el presidente del Gobierno se regodee en su cobardía frente a Marruecos

Como el Consejo Europeo no ha dado para más, el protagonismo ha estado en al rueda de prensa y con dos temas escasamente europeos. Los insultos a los separatistas catalanes presos y, cómo no, Marruecos.

Sánchez ha dejado claro que va a indultar a los 11 presos. Nos ha hablado de “concordia, diálogo y entendimiento”, de “superación de una crisis, de encuentro”. Todo ello, según don Pedro valores constitucionales.

Todo menos “la venganza o la revancha porque no son principios constitucionales”. Así, de paso, llama vengativo y revanchista al Tribunal Supremo. Esto es, que va a indultar a Junqueras y compañía y va a mandar le informe del Supremo donde yo me sé.

Junqueras

Eso no significa que Sánchez se nos haya hecho catalanista. Sánchez sólo es sanchista. Lógico: al presidente del Gobierno lo único que le motiva es mantener el cargo y para eso necesita los votos de ERC. Está dispuesto a pagar mucho por ello pero no a recibir nada a cambio.

Por eso, a renglón seguido, las salvas se convierten en lanzas y advierte que Pere Aragonés debe pedir ser recibido en Moncloa, por cortesía institucional. Y que no olvide que hay gente en Cataluña que no son independentistas.

¿Me está usted diciendo que entraron 10.000 inmigrantes en España en reacción a una opción humanitaria del Gobierno de España?

En cualquier caso, como cuando Marisú habla de los lazos efectivos entre España y Cataluña, olvida Sánchez que no puede haber relación afectiva entre el todo y la parte, precisamente porque la parte forma parte del todo.

Marruecos. Sánchez ha decidido anclarse en su posición de cobarde oficial y encima petulante. Así, exclama que España es el “valedor” de Marruecos en el conjunto de la Unión Europea (UE), lo que no produjo una carcajada porque los periodistas somos gente educada.

Sánchez se ha convertido en el bochorno de Europa pero eso no parece importarle si pasa por el ser sensible al que no le importa faltar a la verdad en nombre de la solidaridad… que es lo que han hecho los cobardes desde que el mundo es mundo.