- La 'megaembotelladora' europea responde a la movilización de la plantilla ante la sede del PP y del TS.
- Cree que "ha cumplido la sentencia del TS" al reabrir Fuenlabrada y reincorporar a los empleados… con aval de la AN.
- Alardea de mantener, empleos, salarios y horarios, pese a modificar funciones. Pero en la práctica, el cambio en condiciones de trabajo supone casi 300 euros/mes menos.
- Mientras, Montoro está feliz: el impuesto a refrescos aportará a las arcas públicas 200 millones y "retraerá su consumo".
- Eso sí, subraya que la ministra de Sanidad le ha insistido en que diga que la nueva tasa se promulga por motivos de salud. Todo sea por nuestra salud.
Parece que
Coca-Cola vuelve otra vez a la carga, pues está en lucha contra
sindicatos y
Gobierno… y presume de 'generosidad'. Pero en realidad, no se porta nada bien con España -una de sus mejores franquicias internacionales y donde actúa casi como un monopolio-:
ERE con beneficios, cierre de fábricas y largo conflicto laboral.
La
'megaembotelladora' europea, Coca-Cola European Partners (
CCEP), ha respondido a la
movilización de la plantilla ante la sede del PP y del Tribunal Supremo (TS), a la que ha asistido
Pablo Iglesias y otros miembros de Podemos, con un
comunicado. Considera que "ha cumplido la sentencia del TS con la reapertura del centro de
Fuenlabrada y la reincorporación de los trabajadores". Y encima, dice contar con el aval de la Audiencia Nacional (
AN), en su auto del 30 de septiembre de 2015, que
consideró la readmisión "regular".
CCEP alarde de que la AN destacó que mantiene "milimétricamente" las categorías profesionales, los salarios y horarios que tenían los empleados antes de que la fábrica se convirtiera en centro logístico… Asimismo, subraya que también dio el visto bueno a que
hayan modificado sus funciones, pues se ha hecho "dentro de los límites de la movilidad funcional ordinaria".
Claro que la realidad parece ser otra. Como saben,
Fuenlabrada era una fábrica modelo, pero ahora está lejos de ser el Centro de Operaciones Industriales y Logística prometido, pues apenas hay trabajo efectivo como demostró Inspección de Trabajo. Además, en la práctica, el
cambio en condiciones de trabajo (usando el
artículo 41 del Estatuto de los Trabajadores) y
turnos se ha traducido en
casi 300 euros brutos al mes menos, según informó
Nueva Tribuna.
Por si esto fuera poco, la 'megaembotelladora' afirma que "ha hecho y está haciendo todo lo posible para poner fin a este conflicto", que dura ya 34 meses. También resulta paradójico que añada que "espera de los trabajadores de Fuenlabrada el mismo espíritu para no comprometer ni perjudicar el futuro de la empresa". Y es que fueron
Sol Daurella y cía los que cerraron la planta madrileña y tuvieron que
concentrar la producción en fábricas de cuencas de agua con problemas, mientras
Barcelona y Valencia han intentado suplir su falta.
Paralelamente, el titular de Hacienda,
Cristóbal Montoro, está feliz, pues el
impuesto a refrescos aportará a las arcas públicas 200 millones de euros y retraerá su consumo. Eso sí, ha subrayado que la ministra de Sanidad,
Dolors Montserrat, le ha insistido en que diga que se hace por motivos de
salud (ya saben la lucha contra la obesidad y la diabetes). ¡Cuánto les importa nuestra salud! Y es que también
sube el impuesto sobre alcohol (excepto para vino y cerveza) y tabaco, además del impuesto medioambiental (aunque no se sepa aún en qué va a consistir).
Cristina Martín
cristina@hispanidad.com