• La compañía vuelve a caer en bolsa tras suspender temporalmente el contrato de liquidez de sus acciones tipo A.
  • Una cosa parece inevitable: la nueva Abengoa será más pequeña y con menos capacidad para invertir.
  • En definitiva, sacrificará la innovación para asegurar el negocio tradicional.
Una vez confirmado que Santander, HSBC y Credit Agricole asegurarán la ampliación de capital de 650 millones de euros de Abengoa, el mercado respiró. Se había puesto fin a casi dos meses de incertidumbre. Eso sí, las tres entidades vendieron caro su apoyo y exigieron, entre otras condiciones, que Felipe Benjumea abandonara la gestión del grupo. Dicho y hecho. Ahora, una vez despejadas las dudas sobre si saldría adelante la ampliación y el alcance final de las desinversiones -1.200 millones frente a los 500 anunciados en agosto-, el mercado está pendiente de los resultados del tercer trimestre, que presentará justo antes de ejecutar la ampliación de capital. Pero antes de eso, concretamente este lunes, la compañía ha vuelto a sufrir un duro castigo en bolsa –ha llegado a caer cerca de un 7%- tras anunciar que suspende temporalmente el contrato de liquidez de las acciones tipo A –con más derechos políticos que las de tipo B- hasta 30 días después de que comiencen a cotizar los nuevos títulos procedentes de la ampliación. En cualquier caso, lo que más preocupa en la compañía es el futuro de los más de 26.000 empleados, repartidos en 76 países. Sólo en Sevilla hay unos 4.000 trabajadores. Y a día de hoy, ninguno de ellos tiene su puesto asegurado ya que, si hay algo que parece inevitable es que después de todo el proceso –ampliación y desinversiones-, Abengoa será una empresa más pequeña y centrada en ingeniería y construcción. Para empezar, las inversiones quedarán reducidas a 50 millones de euros anuales, muy lejos de los niveles vistos hasta ahora. Estamos hablando de finales de 2016, comienzo de 2017. Eso sí, será una empresa menos apalancada y con una posición de liquidez más holgada. Pero poco le importará eso a los empleados que hayan dejado la compañía. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com